"¿Tú también te pones nerviosa al competir?". Los niños que participan en el campus de verano de judo en el pabellón avilesino del Quirinal tenían ayer preparadas decenas de preguntas para la joven pamplonesa Jaione Equísoain, que revalidó su oro en los Campeonatos de España Absolutos celebrados este año en Madrid. La deportista, que se encuentra esta semana en el centro deportivo preparándose para una competición en Budapest, animó a los pequeños a seguir con su pasión con "mucho esfuerzo y trabajo".

La visita de la campeona era el evento esperado del día. La treintena de niños y adolescentes del grupo, ataviados con judogis azules y blancos y cinturones negros, tenían preparado un largo turno de preguntas para Equísoain, aunque los más pequeños acabaron por eclipsar el protagonismo de los más veteranos. La primera duda que alzó la voz de uno de los participantes se refería a la vocación de la navarra. "Empecé con el judo porque no me gustaba pasar el balón. Mis tíos lo practicaban y me acabó gustando", explicó la joven. Muchas de las preguntas planteadas versaban sobre los nervios antes de competir. Equísoain, con 22 años, aseguró seguir sintiendo "cosquilleos" antes de enfrentarse a su rival. El truco, según ella, reside en "no pensar en que vas a perder". "Intento centrarme en lo que tengo que hacer, busco los puntos débiles de mi oponente, no me dejo nublar por las consecuencias de mis errores", explicó la judoca.

Tras una retahíla de consejos sobre cómo tranquilizarse ante una competición importante o qué horarios de entrenamiento suele seguir la joven, Isabel, una pequeña de 4 años, se incorporó para lanzar su primera pregunta. "¿Qué tal estás?". La amabilidad espontánea de la niña, que se alegró de que su visita estrella se encontrase perfectamente, dio paso a la gran sorpresa final: un montón de fotografías firmadas de la pamplonica, que se vio de repente rodeaba por un aluvión de impacientes, pese a que el monitor había rogado una ordenada fila india. Después de esta breve visita, la deportista se quedará el resto de la semana en la comarca preparándose para su próxima competición. Su entrenadora, Yolanda Soler, aseguró que se enfrentan a este nuevo reto "con la mayor de las expectativas", pese que desde este último año la campeona arrastra dos lesiones, lo que le llevó a mantenerse seis meses sin competir.

El campus de judo de Avilés, el más antiguo de la comarca, recibirá a lo largo de este verano a un total de 260 niños, según explicó ayer Carlos Fernández, monitor del Club Judo Avilés. Estas actividades, que celebran este año su decimoséptima edición, pretenden "compaginar el judo con otros deportes y con visitas de expertos de élite para que los niños se diviertan y aprendan, a la vez, de los mejores". Distribuidos en grupos y turnos, los niños aprenden, principalmente, judo, pero toquetean algunos otros deportes, como rugby o baloncesto. Además, los niños reciben clases de orientación y primeros auxilios y realizan excursiones a la playa y a la piscina. "Con todo este surtido de actividades creamos una mezcla perfecta, intentamos que no se aburran", explicó Fernández.