Quién iba a decirles a los organizadores de aquel "Espárrago rock" del 89, primer festival del género en España, que en unos años habría casi tantos como provincias tiene el país. Los festivales de música atraen a miles de personas, pero también tienen una competencia enorme. Una vez terminada su primera edición, ya se puede decir que el Tsunami Xixón ha conseguido ese codiciado éxito. Entre los responsables de que "Tsunami" haya logrado comenzar su ascenso al olimpo de los festivales españoles consagrados está Ramón Noguera, promotor del reciente evento gijonés y responsable de Grupo360, empresa que se encarga de gestionar festivales y conciertos.

- ¿Cuál es la receta para un buen festival?

-Currar mucho y saber lo que quieres hacer. No puedes meter cosas solo por traer más gente. Si ese es tu único objetivo solo tienes que darles lo que quieren, pero probablemente nadie te recuerde. Nosotros buscábamos hacer un festival de rock, una palabra muy amplia intentando que todos los grupos estuvieran conectados.Y la gente tiene que pasarlo bien. Por eso intentamos que todos los conciertos fueran divertidos, aunque algunos como "'Toundra' con orquesta" fueran más serios. También intentamos hacer algo que beneficara a todo el mundo, al público, a los comercios, a Asturias? y creo que lo hemos conseguido.

- Durante los últimos años los festivales en España han experimentado un crecimiento enorme. ¿Cómo ha sido esta evolución?

-Difícil al principio, porque era un producto nuevo; después comenzaron a masificarse y al final se convirtió en una guerra de artistas y cachés. Para crear un festival hay que tener una idea clara, no vale juntar grupos sin sentido, metiendo dinero y unas cuantas publicaciones de Facebook. Eso no va a ningún lado. Lo que importa es hacer un festival que ofrezca algo, que la gente vea a grupos que conoce y a otros que no, pero que todos estén conectados. Para mí, los festivales que más siguen esta norma en España son el Primavera Sound, el Resurrection y el Sónar.

- ¿Cuáles son las peculiaridades de un festival en el norte?

-Suele haber más festivaleros españoles, ya que la mayoría de los turistas extranjeros buscan sol, uniendo la oferta de conciertos y la de la playa. Lo que tenemos en el norte son ubicaciones mucho más bonitas, gente guay y buena gastronomía. No hay mucho tiempo de playa pero tenemos una ciudad y unos paisajes preciosos. En los que se celebran hacia el sur lo más común es que el público vaya al festival y punto, mientras que aquí se puede disfrutar también del entorno. Allí se va mucho más a desparramar, aquí se viene de fiesta, pero también a enterarse de algo.

- Hablando de festivaleros, ¿a qué se ha debido ese 80% de gente de fuera de Gijón en el Tsunami?

-El festival ha hecho una campaña de comunicación muy buena, que ha llegado a gente de fuera y de aquí. Creo que el problema es que los gijoneses confiaban en poder comprar la entrada un par de días antes y se equivocaron.

- ¿Los festivales pueden debilitar el consumo de conciertos en salas?

-Al contrario, solo son propuestas diferentes. Cuando un grupo gusta, la gente quiere ver más actuación, ya que los festivales como mucho duran una hora y media, tienes menos contacto porque sueles estar más lejos? Además, es una fórmula que da a conocer a muchos artistas.

- ¿Cómo está la escena musical en Gijón?

-A nivel de conciertos hay bastante programación, aunque faltaba lo que hemos hecho en el "Tsunami". Aquí cuando se hace algún concierto de rock se tira más hacia los clásicos y también a cosas comerciales, que es lo que más mueve.

- En estos momentos en Gijón hay mucho debate sobre cómo desestacionalizar oferta de ocio y no superponer actividades. ¿No es viable un Tsunami en noviembre?

-Es difícil encontrar un sitio en Gijón en invierno, teniendo en cuenta la climatología. Necesitaría una sala cubierta y la única con la que contamos es el Palacio de los Deportes de La Guía, pero es complicado encontrar un artista que consiga llenarlo cuando la mayor parte de giras se hacen en verano. Los grandes artistas en invierno suelen centrarse en Madrid, Barcelona o Bilbao.

- ¿Qué opina sobre el conflicto que existe actualmente con la normativa de actuaciones en directo?

-Si los vecinos no se ven afectados por la actuación, me parece ilógico que esta no se celebre; es como si se prohibiera una exposición de cuadros. La música es una expresión cultural que debe ser apoyada.