"Hacemos teatro absurdo, de guerra, porque la guerra en sí es absurda". Carmela Romero, actriz que participa en la nueva obra teatral del director Sergio Gayol, "Tienda 47", explica de este modo en qué consiste esta representación que, como novedad, desarrolla su trama en el espacio de una tienda de campaña. La obra, que hoy celebra la primera de sus 16 funciones en tres días en la Terraza de La Laboral, favorece la interacción del público con los actores al encontrarse tan cerca de ellos como para poder tocarlos.

"Los espectadores son turistas que vienen a ver la guerra, pueden hacer fotos e interactuar en la trama; ven bombardeos y, además, contemplan de muy cerca a los soldados de carne y hueso", señala el director. Además, según la experiencia del preestreno de la obra -que tuvo lugar el pasado 21 de julio en Cantabria-, "el público suele responder muy bien a mis órdenes", indica Lidia Méndez, una de las integrantes del elenco de actores.

La tienda de campaña reúne entre 40 y 50 personas, en unos 20 metros cuadrados, que serán los afortunados de adentrarse en la "Tienda 47" y vivir una auténtica guerra desde dentro del conflicto, entre el humo propio de bombardeos, la más oscura luz de la noche y una música que traslada al más propio ambiente bélico. No obstante, "la idea es llevar la guerra a lo más absurdo, así que decidí hacer este combate entre rubios y morenos", cuenta Gayol, quien además asegura que "se entra a la guerra a través del humor", abandonando así cualquier atisbo de violencia. De este modo, el humor se hace imprescindible dentro del guión de "Tienda 47", un humor sutil y nada grotesco. Una de sus manifestaciones, que utiliza como cebo la tecnología, es la posibilidad de los actores y del público de compartir en redes sociales imágenes de la representación en directo.

El hecho de actuar en un espacio tan limitado, como es una tienda de campaña, "resultó algo complicado". Lo asegura Romero que considera que "estar al lado de la gente con la energía propia del actor nos costó muchísimo y nos cuesta; tenemos que medirlo y ser conscientes de dónde estamos. Es un gran reto", concluye.

A través de mostrar lo incoherente de los conflictos bélicos, tanto el director como los actores buscan también visibilizar la importancia de las guerras anteriores pues, a pesar de no contextualizar en una fecha concreta la obra, se sabe que el personaje de Alejandro Hidalgo -que completa el elenco- encarna simbólicamente las grandes batallas del pasado más presente. "Cuando él coge un arma, el clima cambia, la luz y la música evocan a épocas pasadas", afirma Gayol. Asimismo, asevera: "lo que hemos vivido no se debe olvidar y tenemos que ser conscientes de que el ser humano hace violencia a diario. ¡Y gratuita!" Una guerra muy seria que poco tiene de violenta.