La celebración fue "larga" en casa del cielo y el infierno, y de las once personas que integran la peña "El Llagarón", cuya escenificación de las "Puertas abiertas" de la gloria y del averno mereció ayer el primer puesto del tradicional concurso de carrozas de Valdesoto. "Llevamos dieciséis años participando y esta es la segunda vez que ganamos; es muy emocionante porque, además, sacamos una gran diferencia de puntos frente a los segundos", explica el integrante de la agrupación Pablo Onís.

"En un principio, pensábamos representar solo el infierno, pero luego surgió la idea del diálogo con el cielo y acabamos decantándonos por combinar lo crítico con lo cómico", cuenta Onís, aún saboreando una victoria que llegó después de pasar "muchísimos nervios" debido a los problemas técnicos que retrasaron el inicio de la actuación en algún punto del recorrido.

Por otra parte, otorgar el segundo y el tercer premio fue complicado, a pesar de que el 56.º desfile de carrozas de Valdesoto contó con un jurado especializado: cinco evaluadores por cada factor a analizar (trabajo de la carroza, valoración artística y puesta en escena). Tanto es así que las dos posiciones que completan el podio acabaron igualadas. "Hacía mucho que no se daba un empate", corrobora el presidente de la comisión de festejos de San Félix, Héctor Díaz.

Así, "Como yera antes" y "Cotiellos", las dos peñas que versionaron "Despacito" de Luis Fonsi en sus actuaciones, acabaron la noche compartiendo premio. "Versionar 'Despacito' nos pareció buena idea porque es una canción que entra sola; sabíamos que iba a ser rompedor", explica Bernardino Menéndez, representante de "Como yera antes".

La agrupación sorprendió con un entrañable homenaje a su trayectoria. "Somos la única peña que se ha presentado veinte años consecutivos al desfile. Nuestro reto esta vez estaba en lograr reunir nuestras diecinueve actuaciones anteriores en seis minutos", explica Menéndez, a la par que reconoce que su contrincante "Cotiellos" era igualmente "muy merecedora del premio".

Estos últimos sorprendieron, según el representante de la peña Argentino Martínez, por la agudeza de "combinar crítica política con guiños a la tradición asturiana", y brillaron por el original diseño de su vehículo, que contaba con "350 claveles bordeando la carroza, lo que le daba mucho colorido; un hórreo típicamente gallego que se elevaba un metro y medio mediante un sistema hidráulico y estructuras con las paredes descubiertas".

Las tres asociaciones, con la vista puesta ya en el concurso del próximo año, confían en las nuevas generaciones, "que vienen pisando muy fuerte", para asegurar la pervivencia de un desfile de interés regional cuya mecha parece que seguirá prendida por muchos años más.