Un tercio de los asturianos no pueden irse de vacaciones ni una sola semana al año. Este dato se desprende del informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística. La Asociación de Familias Numerosas de Asturias y la de Padres de Familias Separadas, reconocen la existencia de esta situación, "que viven a diario", según apuntan los presidentes de ambos organismos, David Alférez y Luisma López, respectivamente. Las cifras dejan entrever que las familias asturianas siguen aún inmersas en la crisis económica.

Por supuesto, cada caso es particular y desde ambas asociaciones se apunta a situaciones diversas como causa de este inconveniente. "Un problema más añadido a los múltiples que tenemos las familias numerosas. En el caso de estas familias, como todas, se organizan en función de prioridades. Para una familia numerosa, en esta época del año previa al inicio del curso escolar, la inversión, por ejemplo, en libros es bastante grande y tenemos que ajustarnos el presupuesto, porque no da para todo", explica Alférez. Por ejemplo, desde la Asociación de Padres de Familias Separadas exponen la influencia del divorcio en la posibilidad de disponer de solvencia económica para afrontar unas vacaciones. "Nosotros sí detectamos que en las separaciones la economía queda muy tocada. Salvo que tengan una casa familiar es difícil poder afrontar unos días fuera del hogar habitual. La economía de estas familias complica mucho que se dé la posibilidad de ir de vacaciones", manifiesta López, que ve en la lógica de la pensión de manutención uno de los problemas esenciales. "La pensión alimenticia debe pasarse por parte de la persona que no tenga la custodia, también en verano, incluso en los casos en los que esta persona está al cuidado de los hijos en ese periodo. La razón es que las pensiones se establecen en doce mensualidades inquebrantables. Por tanto en estos casos, si además de mantener al hijo que está viviendo contigo, tienes que pagar la suma a la que te obliga la ley, es casi imposible poder llevar a los hijos de vacaciones", añade.

"Tiene que generar una frustración importante no poder irte de vacaciones cuando te comparas con el resto de gente. Las familias numerosas estamos más acostumbradas a privarnos de cosas. Te genera tristeza ver que otra gente puede hacerlo", reconoce Alférez. Ante este panorama, las asociaciones y otras organizaciones como Cáritas tratan de ofrecer alternativas para que, sobre todo los más pequeños de la casa, puedan disfrutar en verano. "Habitualmente, cuando llegan fechas señaladas en verano, nosotros proponemos de manera casi gratuita alquilar un autobús y viajar a algún sitio donde puedan ir los niños con su familia, como por ejemplo a Cabarceno. El año pasado también fuimos de parrillada a Perlora, todo pagado por la asociación y la gente podía comer hasta hartarse. El hecho de que se apunten más o menos personas depende de si ese miembro tiene o no a los niños durante esos días", explica López. Por su parte Cáritas realiza todos los veranos desde 1980, las Colonias de verano, del Programa de Menores y familia. "Son para menores de familias en riesgo social y su objetivo es promover el desarrollo personal de los niños a través de actividades educativas, deportivas y culturales y de tiempo libre que favorezcan la participación, el desarrollo solidario y el cuidado del medio ambiente. Para muchos de ellos, estas son las únicas vacaciones que van a tener durante todo el verano", subrayan fuentes de la organización.

Sin embargo, tanto las familias numerosas como las separadas hablan de la existencia de problemas más importantes que la posibilidad de salir fuera de casa durante unos días en verano. "No hay apoyo a las familias. Desde luego, lo de formar una familia no lo incentivan, pero a la vez a los políticos se les llena la boca con el problema demográfico, y las pensiones. Si miras en otros países las ayudas que ofrecen no son comparables. No hace falta irse muy lejos, en Portugal son infinitamente mejores que las que tenemos en España", denuncia Alférez. Ellos no son los únicos, las familias divorciadas también se muestran interesados en reclamar cambios legislativos relacionados con la custodia de los hijos. "Hay muchos progenitores, que aunque les competa pasar los días con sus hijos, en el momento de tratar de localizarlos para ir a recogerlos se encuentran con que no están aquí.

Al tratarse de meses de verano, ponen una demanda por incumplimiento del régimen de visitas pero no se resuelve y pierden esos días", sentencia Luisma López.