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ARTURO VALLS | Actor, asiste mañana en Gijón a la proyección de la película "Los del túnel"

"De niño imité a Rocío Jurado, vi que la gente se reía y decidí ser artista"

"Me da mucha más vergüenza expresar un sentimiento profundo en un drama que ponerme unos tacones o una peluca; en el folclore nunca siento que hago el ridículo"

"De niño imité a Rocío Jurado, vi que la gente se reía y decidí ser artista"

En la televisión actualmente a Arturo Valls se le conoce por el programa "Ahora caigo". Antes por participar en "Camera Café". Y en el cine ha protagonizado hace poco la película "Los del túnel", que se proyectará mañana en Gijón a las 22.00 horas en el Auditorio del Mar Cerro Santa Catalina, y en el que Valls estará junto al público para participar en un coloquio. Arturo Valls, que formó parte del grupo de reporteros de la primera edición de "Caiga quien caiga", tiene un estilo único e inconfundible.

- Llega en verano a un clima de invierno...

-Es algo muy gracioso. Hay gente que dice que vaya suerte en el norte, que hasta duermen con una mantita y pasan calor. Pues eso yo lo quiero para el invierno.

- ¿Y qué le apetece hacer en Asturias?

-Tomarme una buena sidra. Es algo que nunca se duda.

- En "Los del túnel" dan un giro a la tradicional película en torno a una tragedia, y fijan la historia en el después en vez del durante, y le dan un toque de comedia.

-Está bien el matiz de que es un poco de comedia, porque no es una comedia más ni gira en torno a eso la película. Nuestra apuesta era un apoyo de humor en torno a una catástrofe, y que la comedia saliese a raíz de los personajes.

- ¿Qué cree que es lo que más ha sorprendido en esta película?

-Me gusto mucho la redención que tiene el personaje del hospital, que vuelve a encontrarse consigo mismo, y el mensaje que se traslada de asumir quién eres e intentar ser otra persona para que te acepten en un grupo.

- ¿El cine y la ficción española viven su mejor momento?

-Creo que sí. Hay muchas dificultades en este país para hacer cine. No se favorece esa labor, y aún así surgen ideas y proyectos que son interesantes.

- Tiene un estilo de humor muy característico que el público ya asimila siempre con usted, y que espera siempre en sus trabajos. ¿Le molesta que solo se le relacione con la guasa?

-Es algo que asume y que define muy bien una anécdota. Una señora me paró por la calle y me dijo que esperaba algo más mío. Uno tiene que asumir hacer concursos, comedia, ponerse una peluca o unos tacones, te va a encasillar mucho, y que mucha gente no le va a gustar otro registro o comedia. Esa era mi inquietud en esta película, no limitarme a hacer lo que la gente espera de mí y mostrar otras inquietudes.

- El programa "Ahora caigo" está teniendo una gran acogida entre el público de televisión.¿Cuál ha sido la respuesta o el momento más subrealista que ha vivido en el concurso?

-A diario pasan cosas curiosas siempre y esa es la gasolina que mantiene vivo el concurso. El programa lo hacen especiales los personajes que vienen a concursar, el ambiente del público y el universo paralelo que estamos construyendo. Me quedo con el que decía que criaba quebrantahuesos, gente que viene a su momento de gloria y que dice que canta ópera con el sobaco... Es algo maravilloso.

- Su actuación imitando a Shakira en "Tu cara me suena" tuvo una gran acogida. ¿Tiene algo de vergüenza Arturo Valls?

-La verdad que poca. La gratitud de ver a la gente disfrutad me llena mucho. Ya me pasó de pequeño, cuando mi padre se puso a organizar unos espectáculos en la casa donde veraneábamos, y ya actuaba haciendo de Rocío Jurado. Ahí decidí que quería ser artista al ver que la gente se reía. Al final es el público el que te empuja a quitar el miedo. Aunque reconozco que expresar un sentimiento profundo en un drama me da mucha más vergüenza que poner unos tacones o una peluca.

- ¿Alguna vez sintió que hacía el ridícuo o eso es algo imposible?

-Hay que diferenciar lo bizarro, el circo o el show, o dar algun dato mal, o equivocarme en algo, ahí sí que noté el sentido del ridículo, pero en el folclore nunca.

- Forma parte del primer "Caiga quien caiga", un programa que marcó un antes y un después en la televisión. ¿Cuál cree que fue la clave de su éxito?

-De alguna manera ese programa veía la actualidad con otro prisma. Hacía que no nos quedásemos con la declaración oficial, porque en una democracia tiene que existir un punto crítico con los políticos.

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