La plaza del Niemeyer bailó ayer con ritmos diferentes -folk, pop y hasta rumba-, pero sobre todo con canciones con contenido, mucho contenido, en el festival "Las Músicas". La fiesta tuvo como broche la actuación de "Amparanoia" tras unas cuatro horas de temas que hicieron disfrutar y no dejaron a nadie indiferente en el espacio abierto del centro cultural.

"El coro de mi gente habla de paz, de unidad, positividad", cantó Amparo Sánchez, "Amparanoia" sobre el escenario. "El coro de mi gente", del que tiene una versión con el artista catalán Macaco, fue uno de los temas que la granadina quiso regalar a los presentes. José Ramón Lobato y Ángel Rodríguez estuvieron con amigos en la plaza. "Pasamos a ver el ambiente, pero nos está gustando así que nos quedamos para ver a 'Amparanoia' que es la más conocida", explicaron. "Ya merece la pena por el sitio y la acústica", señaló, por su parte, Alejandro Ramos, que se desplazó desde Cudillero para disfrutar la fiesta avilesina.

Cuando la cantante llegó al escenario, los presentes ya habían bailado durante horas. "Bambikina" fue el grupo encargado de abrir la fiesta musical. La líder y cantante Esther Méndez, junto al resto de al agrupación, despertó al público con su mensajes a ritmo de folk-rock estadounidense, con una pizca de sabor tex-mex. "Cuenta una leyenda añeja, que por tierra de coyotes viajaban siete mariachis regalando sus canciones", comienza su tema "Escorpiones de tequila". Así, ellos mismos quisieron regalar su música con otros temas más como "Winchester '75" o "Sweet Betty". "Bambikina" calentó el ambiente y removió conciencias para dar paso al guitarrista y cantante Bombino.

El guitarrista de "Níger" transportó al público al desierto, con música tuareg con el toque especial de su guitarra eléctrica, con temas como "Inar", una declaración de amor a la mujer perdida. Muchos conocieron ayer a este cantante, que llegó a ser número 1 en Itunes con su segundo trabajo, "Nomad". "No lo conocíamos y la verdad es que nos está gustando mucho", afirmó el salmantino Jesús Sánchez, junto a unos amigos avilesinos.