La "fartura" de Ribadesella a base de comida servida en camiones ("food truck") está resultando todo un éxito. La tercera edición del festival "Fartukarte" abarrota la villa este fin de semana y ensalza el éxito de la fórmula. Un entorno como el final del paseo de La Grúa (con vistas al mar y a la playa de Santa Marina) y veintiún propuestas gastronómicas para todos los gustos son parte del secreto de un evento que va camino de superar los 25.000 visitantes que se esperaban.
Quienes han estado desde el primer año lo corroboran: "Hay muchísima más gente que las dos ediciones anteriores", destaca Lorena Bueno, quien se desplazó desde Lugones con su "food truck" "Nakenda" en el que ofrece "kebab asturiano" a base de pitu caleya, gochu asturcelta y corderu xaldu, además de un plato preparado especialmente para el "Fartukarte" con el chorizo criollo como protagonista. Tanto fue el éxito de la primera noche, la del viernes, que Bueno acabó las existencias que tenía previstas para esta primera jornada.
Es el caso de José Antonio Llamedo y Tini Sánchez, vecinos de Arriondas y encantados con su primera experiencia en el festival riosellano. "Está muy bien, hay un ambiente genial", aseguran mientras degustan uno de los tortos que el cocinero Lluis Nel Estrada, del restaurante riosellano La Talamera, ofrece en el festival, en este caso con queso Ca'Llechi, de Piloña. Estrada anima al resto de empresarios locales a participar en el "Fartukarte": "Son fechas complicadas para todos los negocios, pero a un año vista y con la posibilidad de organizarse creo que es importante estar", apunta el cocinero.
Las opciones en el festival riosellano, que concluye hoy, son variadas y atractivas: cocina vegana, japonesa, tailandesa, hamburguesa de carne gallega y jamón de pata negra conviven con propuestas como los perritos calientes y las pizzas y preceden a magdalenas de colores y helados artesanos al postre. Junto a los camiones de comida se habilitó un mercadillo con mayor presencia local, la que aportaron Morgana y la exitosa caravana fotográfica de Jonathan Hevia. "La Mamut", en cuyo interior se descubre la magia de la fotografía.
