En medio de un sensacional ambiente y numeroso público Benia de Onís acogió en la tarde de ayer una nueva edición de sus olimpiadas rurales, uno de los actos más destacados de la Fiesta del Segador. Carreras de madreñas, carreras de sacos, levantamiento de sábanu con recorrido cronometrado incluido, junto a las tradicionales pruebas del cabruñu y la siega y la II subida internacional al Cuetu Grande (celebrada esta última la tarde del domingo) integraron el particular menú olímpico. La igualdad de las pruebas fue la tónica dominante de unas disciplinas que mezclan rapidez, maña y fuerza a partes iguales.

La Fiesta del Segador comenzó por la mañana con emblemático desfile de carros del país engalanados y el reparto de la parva. El zagal de la celebración fue una edición más, y van ya diez, Ángel Sánchez. Le acompañó como zagala María José Bulnes Granda. Sánchez, pese a la larga noche de fiesta que acumulaba a sus espaldas, tomó parte en la disciplina de carrera de madreñas y en la del sábanu, espoleado por el público presente. "Va siendo hora de dar el relevo", dijo entre risas. Hizo las veces de "speaker" el alcalde de Onís, José Manuel Abeledo.

Inauguró la competición las carreras de sacos en la que tomaron parte ocho jóvenes, los cuales tenían que completar tres vueltas al circuito ubicado junto a la iglesia. Fue una de las pruebas más reñidas de las olimpiadas rurales, haciéndose con el triunfo por tercer año consecutivo tras una espectacular remontada, Carlos Fryero, seguido de Francisco Peláez y Álvaro Escandón. Peláez dominó la prueba durante las dos primeras vueltas, cediendo tan solo el primer puesto en los últimos metros. "Apreté demasiado al principio y lo pagué", dijo Peláez tras la carrera. El joven del 17 años era la primera vez que participaba en la fiesta del segador de Benia de Onís. La experiencia, pese a no ganar, la calificó de positiva y promete regresar el próximo verano.

En la carrera de madreñas sumó su tercer entorchado David García, seguido de Iván Fernández y Kevin Roza. García dominó la prueba de cabo a rabo. "El secreto para ganar es meter mucha hierba en la madreña y acomodar bien el pie, darlo todo y tener suerte de que la madreña no se te salga en mitad del recorrido", dijo tras cruzar la línea de meta. Confesó García que las madreñas las tomó prestadas de su suegro. "Si se entera que se las cojo para esto no me las deja", señaló entre risas.

Juan Sánchez de la Vega, Francisco Noriega y Pablo Vega coparon las tres primeras posiciones de la espectacular y plástica competición de sábanu. "Amarrar rápido y bien es la clave para hacer un buen tiempo", dijo el llanisco de la localidad de la Borbolla Ángel Fernández tras acabar su participación en la prueba. José Rodríguez daba las mismas claves que Fernández para ganar. "Amarrar rápido y bien es complicado", dijo.

Un minuto y seis segundos fue el tiempo que empleó Álvaro Escandón en la modalidad de sábanu. Fue tercero en la carrera de sacos y el gran triunfador de los Juegos Rurales tras imponerse con solvencia en la prueba estrella de los mismos: la Subida Internacional al Cuetu Grande gracias a un tiempo de 21 minutos y 45 segundos. Segundo fue Diego Cotera con 22 minutos 33 segundos y tercero Adolfo Vega tras parar el crono en 23 minutos 33 segundos. "Piernas fuertes y rapidez" son las claves de dio para hacer un buen papel en estas disciplinas.

El cabruñu, donde se impuso Ramón Sánchez, seguido de Francisco Noriega y Ángel Sánchez y la competición de siega donde ocuparon los tres primeros puestos del pódium por este orden Antonio Sánchez, Juan Luis Cristóbal y Víctor Bada, pusieron el broche de oro a las olimpiadas rurales.