El Rick´s Café de «Casablanca» existe. La ciudad marroquí que da nombre a la famosa película cuenta con una reproducción del establecimiento que hicieron popular Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en la cinta dirigida por Michael Curtiz en 1942. Al igual que ocurría en el oscarizado film, el local atrae a una clientela muy variada, mayoritariamente turistas deseosos de conocer el escenario de intriga y conspiración en el que Rick e Ilsa reanudaron una historia de amor interrumpida tiempo atrás en París.

Creado por la norteamericana Kathy Kriger, el Rick´s Café se levanta en un edificio de nueva construcción y consta de dos plantas con un patio central cubierto. La decoración, muy cuidada, se basa en la fusión de un estilo francés con exquisitos objetos de fina artesanía marroquí.

Butacas de madera y cuero, mesas de marquetería con incrustaciones de nácar, lámparas de metal y cristal de colores, chimenea de mármol y muchas plantas son algunos de los elementos más destacados de este local en el que se ha mimado hasta el más pequeño detalle.

Tomar un café a media mañana, una copa a media tarde o una cena a media noche con música española o francesa de los años 20, 30 o 40 de fondo impresiona al cliente, aún más si tiene la oportunidad de escuchar al piano «As time goes by», la famosa canción escrita por Max Steiner, artífice a su vez de la música de «Lo que el viento se llevó» y que tras el estreno de «Casablanca» permaneció durante 21 semanas en los primero puestos de las listas de éxitos. Incluso el cliente puede ver en el local la famosa película, sin sonido y con subtítulos, en una gran pantalla instalada en una sala contigua al comedor de la planta superior. Y sobre sus paredes pueden contemplarse carteles de la obra que, transcurridos 67 años desde su estreno, sigue teniendo miles de fieles seguidores y cautivando a nuevos espectadores.