Juan Martín Borrego es un enamorado de su tierra, Asturias, además de artesano que, en su elaboración de jabones, aceites corporales y sales aromáticas, busca siempre que lleven un nombre que recuerde al Principado. Y lo consigue. Bajo la firma Fonte Santa, y si uno cierra los ojos, al oler uno de su productos, sobre todo sus jabones, entra un mundo de aromas donde se adivina, incluso, el sonido del mar; la humedad del bosque, tras haber llovido y sembrado ya de las primeras castañas, la elegancia del ciprés o la frescura de la hierbabuena, la naranja o el romero.

Este sentido se queda cojo si no entran también en juego la vista y el tacto. Porque Fonte Santa también es belleza esculpida con materias primas naturales, aceites esenciales puros y agua de manantial donde la inspiración del creador, y sus conocimientos en fitoterapia y aromaterapia, hace de su obra un trabajo único destinado al disfrute y cuidado de la piel.

Con semejante sensibilidad es comprensible que disfrute caminando por las foces del río Pendón, en Nava, una ruta que recomienda a cuantos gustan de perderse por la naturaleza asturiana. La ruta parte de Fuensanta, donde antes estaba el balneario y hoy se encuentra la planta embotelladora y, tras cruzar el puente sobre el río Pra, se coge a la derecha una pista ascendente y bien señalizada que conduce a las foces, a donde se llega por diversos caminos. Con 10 kilómetros y una dificultad media/baja, la ruta es de una belleza impresionante. Bosques de robles y hayas, el desfiladero y el río, cabañas de pastores, el camino empedrado o el paisaje en el horizonte, con niebla baja, apenas es nada de cuanto se puede encontrar en uno de los rincones más «guapos» del Principado.