En cuestión de moda nadie tiene la última palabra. Menos que nunca esta temporada, en la que se caen como un castillo de naipes muchos de los falsos mitos del estilo. Uno de ellos es el que califica al rojo de color poco elegante y nada apropiado para grandes ocasiones.

Chanel y Valentino son dos de las firmas que se han atrevido a sacar el rojo a las pasarelas. En el caso del modista italiano no es tan novedoso. Para Karl Lagerfeld, el director creativo de Chanel, sí supone un cambio significativo en sus propuestas.

Otro de los tópicos que no se cumplirán en estos meses es el que subraya que los brillos y dorados excesivos están prohibidos durante el día. Firmas como Prada y Alberta Ferreti han dictado sentencia y proponen chaquetas y vestidos con lentejuelas también en las horas diurnas.

Además de los dictados de las grandes firmas no es posible perder de vista a las más elegantes del Planeta que marcan tendencia en cada una de sus apariciones. Una de ellas es la actriz estadounidense Sarah Jessica Parker, que se ha apuntado al look de cazadora de cuero plagada de botones, que propone Burberry.

Por su parte Siena Miller opta por los imperecederos vestidos en color «nude» (tono maquillaje de toda la vida) que juegan con esa sensación de aparente y estudiada naturalidad.

Además, las marcas de moda barata todavía siguen desvelando sus catálogos de otoño-invierno 2010/2011, como el caso de Sfera, la firma joven de El Corte Inglés, que ha lanzado una apetecible colección de vestidos.

Zara, por su parte, opta por las capas y los pantalones de montar en licra. Mango se decanta por el punto y H&M propone un ecléctico conjunto de prendas con el negro y el camel como base. Variedad para elegir no falta.

El catálogo de Mango cuenta con nuevos protagonistas. Scarlett Johansson y Sophie Auster han cedido el testigo a la neoyorquina Olivia Palermo, y a su novio, el modelo Johannes Huebl. Olivia pertenece al grupo de mujeres jóvenes y de buena familia que, gracias a su personalidad creando estilo, han conseguido convertirse en verdaderas referentes de moda.

La arquitecta Wendy Evans ha diseñado un original estudio para su marido, el científico Jeffrey V. Ravetch. El edificio destaca por su simplicidad. Es un cubo ubicado en medio de un bosque cercano a Nueva York.

Ravetch, investigador de genética molecular en la Rockefeller University de Nueva York, quería un espacio tranquilo para trabajar que a la vez se sirviese para leer, escuchar música y relajarse. Evans aceptó el reto y su edificio se ha convertido en protagonista de numerosos reportajes en revistas de decoración y arquitectura. El matrimonio asegura que ha sido un placer colaborar juntos en el proyecto.

Ni bolsas de tela, ni carrito de la compra ni capazo de mimbre, lo último para ir al mercado tiene nombre francés. Se llama «sac à baguette» y es una bolsa elaborada en algodón y en piel, resistente al agua, de gran capacidad y con un diseño la mar de práctico que se cuelga cómodamente.