Illas tiene duende, y no sólo por su paisaje, la bonhomía de sus gentes y ser patria de quesos como el Gorfolí o La Peral, también porque lo habitan trasgos, bruxas, meigas, xanas en sus fuentes, tortolitos del amor, sagrados salmones celtas, cerditos-hucha brillantes y búhos de redonda tripa, tranquilos y cordiales. Todos ellos viven principalmente en el «taller Cuñaí», que en la localidad de La Peral regenta la artesana ceramista Andrea Martha Gordon Fungeiro. Argentina, como su marido, Roberto Carlos Trincheri, llegaron a España en el año 2000, y, tras residir en Galicia, lleva ella cuatro años en Asturias moldeando y poniéndole rostro y gesto a esos seres mitológicos que, similares pero con nombres diferentes, pueblan nuestra cultura popular por todo el norte de España.

Apoyados en el tronco de un árbol-lámpara sus duendes sonríen o dormitan, mientras que las bruxas, suspendidas en el aire, miran divertidas a quien las observa. Su autora cree que las brujas no tienen que ser feas, malas y con verrugas. Las suyas no dan miedo sino confianza, y, si algo inspiran, es ternura. Lo mismo que sus «tortolitos del amor», obra surgida de su inspiración y de sus manos pequeñas, finas y delgadas, o esa xana pensativa que, sentada al borde de la fuente, posiblemente levante su cabeza tras habernos ido en dirección a Sanzadornín, lugar de inicio de la Ruta de los Molinos y a cuyo bosque es posible que vayan, en la noche, algunos de los coloristas, bonachones y originales búhos de esta artesana.

Siguiendo su recomendación, esta ruta se inicia ante el albergue de Sanzadornín, donde se puede contemplar la capilla de la Virgen de los Remedios. Al otro lado de la carretera hay una fuente donde los caminantes pueden aprovisionarse de agua. Siguiendo la carretera AS-321 hacia Avilés, paralelo al río Roxico, hay ya dos molinos: el molino de la Vega, restaurado, y el molino de Llana, hoy en desuso. Coincidiendo con el límite entre Illas y Corvera se continúa por un camino a la izquierda por el cual se remonta el río principal de Illas. Abedules, castaños, laureles, alisos, avellanos y eucaliptos se hacen presentes en su bosque de ribera.

Continuando hacia la capital del concejo, La Callezuela, otros puntos de interés son el puente de las Rodadas, límite ente Illas y Corvera; el molino de Velasco, restaurado en 1999; las ruinas de la antigua central eléctrica; el molino de las Vegas, actualmente abandonado; el palacio de Bárcena, con torre y capilla de los siglos XVI-XVII, y, ya en La Callezuela, el molino de Sollovio, al que se accede por un camino que empieza junto a la iglesia.

Como en otros rincones de Asturias, el otoño se viste de gala en Illas con molinos, bosque, ríos y duendes para caminar en calma.