Rocío Suárez es una mujer alegre e imaginativa que, como gran parte de los artesanos, siente auténtica pasión por su trabajo. Natural de Luarca, lleva parte de su vida en Avilés. En apenas cuatro años su rostro ya es conocido en diferentes ferias de artesanía en Asturias gracias a la peculiaridad de sus trabajos; collares, pulseras y anillos donde la imaginación, la originalidad y el buen gusto se combinan en su justo punto para ofrecer una pequeña joya que lleva, de forma indiscutible, su firma.

Desde aquel comienzo casi casual en que una amiga la inició en la creación de bisutería con cristal de Swarovski hasta hoy, sus manos han ido inventando un estilo tan propio que cuando alguien lleva puesto algo suyo ya se sabe que ha salido de sus manos. Y si hay dudas, siempre cabe acudir a http://lascucadasderocio.blogspot.com para comprobarlo. Esa es la ventana de su tienda virtual y donde, en un inabarcable escaparate, exhibe sus creaciones, al tiempo que también habla un poco de sí misma y de su familia.

A sus grandes e inconfundibles anillos, realizados utilizando alambres de colores (dorado, cobre o plata) y piezas de cerámica o perlas de cultivo, así como sus collares trenzados por ella misma con cuero, o bien colgantes y gargantillas donde combina con elegancia colores y formas, se unen este año sus nuevas piezas, donde el estilo «vintage» preside gran parte de su obra para esta temporada. Camafeos, lazos, relojes de cadena, flores y puntillas sabiamente engarzados en los colores del momento: beiges, todo tipo de marrones y rosa palo, entre otras tonalidades.

Enamorada del lugar en el que vive, sobre todo el casco antiguo avilesino, que recomienda disfrutar a quien lea esta página, también gusta de relajarse dando un largo paseo junto a la ría y, más concretamente, por el tramo en que se encuentran las esculturas que forman la ya conocida como la ruta del Acero. Relajante y tranquilo, este paseo ofrece a quien lo camina el descubrimiento de varias esculturas, como es el caso de la llamada «Desequilibrio siderúrgico», de Ricardo Mogo, o bien «Miscelánea», de Marbán. Otras esculturas que forman parte de este recorrido son la titulada «Vientos de acero», de Anabel Barrio, además de «Transición», de Luis Taboada.