Entrar en la tienda que la artesana, decoradora y pintora Aida Pravia regenta en Oviedo produce la misma sensación que la de haber entrado en algún cuento de nuestra infancia. Eso, al principio. Luego, la imaginación, la creatividad y el preciosismo con que realiza cada uno de sus trabajos dan paso al asombro y a la admiración. De hecho, entre la diversidad de las obras que ofrece se encuentra representado al detalle y en un viejo mueble restaurado y pintado por esta artista el cuento de los Hermanos Grimm «El enano saltarín (Rumpelstiltskin)». Todo su mobiliario está elaborado y pintado al óleo con pintura de agua y diversas pátinas de envejecimiento. En el interior, en una escena barroca y en miniatura, pueden verse una cama, un armario, un espejo, una rueca, un cofre, una cuna con el bebé, cuadros, el enano saltarín, fotos familiares y un sinfín de detalles, entre los que destaca, por su peculiaridad, el pergamino que lleva la niña con más de cien nombres que pueden ser leídos del primero al último.

Uno de los trabajos más impresionantes que Aida Pravia muestra en Oviedo es un viejo confesionario completamente restaurado por ella, en cuya parte superior reproduce hasta el más ínfimo y mínimo detalle de la vida monacal y, más concretamente, la que imagina en el monasterio que tan famoso hizo Umberto Eco en «El nombre de la rosa». Mientras que la parte inferior la ha cerrado con dos espectaculares vidrieras propias, en la superior, y separados por tres pisos, pueden observarse el scriptorum, la cocina, el refectorium y el claustro. Tiene tantos, tantísimos detalles tan bien hechos, tan atractivos y tan cuidados, que lo mejor es verlo en vivo para poder comprender el valor de todo este trabajo artesanal.

Aida Pravia estudió Historia del Arte y Diseño Gráfico, iniciándose en esta andadura artesanal pintando de forma autodidacta sobre tela. También aprendió la técnica de pintar vidrieras, y en 1995 abrió un taller en Oviedo, dedicándose a la pintura decorativa de muebles y restauración de piezas antiguas. En cuanto a la decoración de muebles en miniatura, su buen hacer la hizo merecedora, en 1999, del primer premio en la categoría de muebles de autor en Madrid, en un concurso nacional de casas de muñecas y miniaturas. Para más información pueden consultar su página www.aidapravia.es.

Mujer enamorada del occidente asturiano, recomienda desde su tienda, donde igualmente cuenta con objetos más personales, como broches, pashminas, bolsos o guantes muy personalizados, sin olvidar sus inconfundibles y especialísimas meninas, realizar la ruta arqueológica de Grandas de Salime, conociendo uno de los castros más importantes de esta zona de Asturias: Chao Samartín. La ruta se inicia en el pueblo de Castro y se dirige a la ubicación donde está el castro. Tras conocer su historia in situ, se continúa hacia el alto de Pena Longa y de allí se desciende hasta la carretera que va a Fonsagrada, en As Pozacas. La ruta conduce a la aldea de Xestoselo.

A lo largo del camino, en la carretera, pueden observarse la necrópolis tumular de Canadeiro, siendo este un monumento funerario prehistórico utilizado durante el Neolítico y en la Edad de Bronce. Luego, un poco más adelante y en la misma carretera, se encuentran los petroglifos de La Xorenga. Hay que abandonar luego la carretera para, a la izquierda, tomar una pista que lleva al pueblo de Pedraira y, finalmente, al punto de inicio de la ruta, en Castro. En Pedraira se puede ver la capilla de San Lázaro, que en su tiempo fue lazareto del Camino de Santiago. Los que quieran alargar la ruta pueden acercase a Peñafurada y conocer los túneles excavados en la roca por los romanos para extraer el oro.