La ruta al pico Hibeo parte del pueblo de la Robellada, en el concejo de Onís. Allí nos dirigimos hacia el pequeño aparcamiento que se encuentra en el barrio de la Candanosa, casi al final del pueblo, junto a una quesería donde producen excelentes quesos de Gamonedo.

Cogemos la carretera que sale a la izquierda, dejando la quesería a la derecha. Seguimos la vía durante unos 600 metros, hasta llegar a Fresnéu, donde vemos una cuadra abandonada que tiene el techo totalmente cubierto por la vegetación.

Justo enfrente sale una pista, hormigonada en la que se ubica una cuadra abandonada. Seguimos por la pista, de fortísima pendiente, durante unos 400 metros. En ese punto la senda da un giro a la izquierda y finaliza el ascenso. Seguimos, ahora con un desnivel mucho más llevadero, y empezamos a contemplar a la izquierda los Picos de Europa.

El camino discurre en dirección noroeste, casi siguiendo las curvas de nivel. Pasa junto a un abrevadero, que en verano suele estar seco. El firme en algunos lugares es como un césped de hierba mullida.

Poco a poco el paisaje va engrandeciéndose. Contemplamos los tres macizos de los Picos de Europa, así como todo el valle por donde discurre la carretera de Cangas de Onís.

Las vistas que tenemos en esta ligera ascensión sobre las cumbres de los Picos de Europa nos regalan una y mil fotos. Llega un momento en el que vemos cómo la pista discurre por debajo de un pico, a cuya derecha se ven en la línea de cumbres varios árboles, así como un sendero que nos lleva al collado. Se trata del camino de subida al pico Tebia.

Seguimos por la pista que bordea el Tebia, hasta que en una curva aparece frente a nosotros. Ya estamos cerca del pico Hibeo, el objetivo del día. La pista asciende al collado de Pozabal, a cuya derecha se encuentra el Tebia. Allí quedan tres pinos que han logrado sobrevivir a los últimos incendios.

Desde el collado divisamos la vega de las Grallas, por donde discurre un pequeño arroyo. De frente tenemos el Hibeo.

Continuamos por la campera hacia la izquierda, para ir hacia la pista que vemos al fondo, pasando junto a una manga ganadera, que tiene un abrevadero. Desde esta zona la vista de los tres macizos es impresionante. Una vez atravesada la campera, cogemos la pista que asciende finalizando junto a una pequeña laguna artificial cerrada, en la zona de los Collaos.

Desde aquí podemos seguir varios caminos para ascender al pico. Uno de ellos continúa hacia el Oeste en ligera ascensión hasta el collado de Juralisa, donde giramos a la derecha y continuamos por la linera de cumbres hasta la cima del pico Hibeo, donde existe un vértice geodésico y un gran hito de piedra.

Otra posibilidad para subir consiste en girar a la derecha y ascender por una canal verdosa que vemos a la derecha y que en fuerte ascensión nos conduce a la cima del Hibeo.

Esta alternativa es mucho más corta ya que apenas discurre a través de 350 metros que salvan un desnivel de 150 metros. El trayecto se realiza en poco más de media hora, mientras que la anterior alternativa recorre un total de 1,5 kilómetros.

El Hibeo o Juralisa es una cima doble. En cada una tenemos un gran hito de piedra. Una vez en el pico, las vistas son impresionantes, al Norte nos aparece la costa de Llanes, con el pico Benzua enfrente y el valle de Ardisana en medio. Al Este vemos el cerro Llabres.

Al Sur se sitúan las cumbres nevadas de los tres macizos de los Picos de Europa. Entre ellas sobresalen el Picu Urriellu, por un lado, Torrecerredo por otro, en el macizo de los Urrieles; y el Peña Santa, con Santa María de Enol, en el macizo del Cornión.

Un poco más a la derecha aparecen Peña Ten y Pileñes, así como la figura piramidal del collado del Zorro. Un poco a su derecha vemos la picuda imagen del Recuenco, así como el Tiatordos, amén de otras muchas cumbres. Al Oeste aparece la sierra del Sueve al fondo.

El regreso lo haremos por el mismo camino, o bien ascendiendo al pico Tebia, para bajar desde la pista y seguir por ella hasta la Robellada, el punto final de esta bonita ruta.