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Escapadas

Las últimas meriendas en Embassy

El histórico salón de té del paseo de la Castellana de Madrid, nido de espías y parada de la alta sociedad, cierra tras 86 años

embassy.es

Antes de que acabe el mes no está de más hacer una escapada a Madrid o aprovechar si se visita por otras cuestiones la capital de España para recalar en Embassy, en el número 12 del paseo de la Castellana, esquina con Ayala. El histórico restaurante y salón de té cierra sus puertas después de 86 años de continua actividad que ni la guerra civil ni los confusos años del franquismo durante la Segunda Guerra Mundial lograron parar. A quien guste la historia y tenga algo de mitómano le gustará poder decir que alguna vez ha estado en Embassy.

Margaret (Margarita para los españoles) Kearney Taylor, emigrante irlandesa de buenos modales, fundó el local en el Madrid de los años 30 por varios motivos, uno era que echaba de menos un lugar donde las señoras de bien pudiesen tomar como Dios manda el té o un café como hacían entonces los distinguidos parisinos. Eligió la Castellana, cuentan, porque le recordaba a los Campos Elíseos. Pero resultó ser que aquello se llenó no sólo de señoras de bien, sino de diplomáticos, espías, nazis, franquistas, empresarios, buscafortunas? Tomar el té o un cóctel en Embassy se convirtió (y así ha sido hasta hace un puñado de años) en toda una declaración de saber estar y sinónimo de distinción. La señora Kearney había creado una especie de embajada oficiosa donde los británicos alternaban a pocos metros de los nazis, mientras Serrano Suñer ejercía de anfitrión que miraba para otro lado. Nadie sabía o quería saber que el sótano y la primera planta -donde vivía la dueña- eran la puerta de salida a la libertad para los judíos o refugiados que huían de la Europa que engullía Hitler.

Hay muchas más historias encerradas entre esas cuatro paredes y en su terraza La tarta de limón tiene fama de ser la mejor de Madrid, mientras que sus sandwiches pasan por ser los más parecidos a los genuinos ingleses con un grosor del pan medido con exactitud: 4 milímetros. La receta base del cóctel de champán es secreta, aunque muchos creen que por poco tiempo ahora que cierra. Su fama repostera les llevó a hacer la tarta nupcial de la Infanta Elena, un dulce que figura en una carta capaz de hacer perder el sentido a los más golosos o a los paladares más refinados. Un trozo de la popular Infantina con un Earl Grey Tea sale por unos 8 euros. Hay que darse prisa. Los posavasos, elegantes y de buena material, comienzan a escasear, camino de ser objeto de coleccionistas. Hay peleas por llevarse uno. Hasta en Embassy se pierden a veces los buenos modales.

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