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Viajes

El paraíso de los seguidores de Harry Potter

El parque temático sobre el joven mago en Londres, una escapada familiar divertida desde Asturias

El paraíso de los seguidores de Harry Potter

El parque temático sobre las películas de Harry Potter que Warner Bross tiene en Leavesden, a 32 kilómetros de Londres y justo al lado de los estudios en los que se rodaron los ocho largometrajes de la saga, es ya uno de los principales atractivos turísticos de Inglaterra. Lo prueba el que los usuarios de Trip Advisor (la mayor web de reseñas de viajes del mundo) lo hayan seleccionado como el lugar más recomendable para visitar de todo el Reino Unido, por encima del Museo Británico, el Big Ben y otros grandes emblemas "british".

Decenas de miles de seguidores del personaje creado por J. K. Rowling peregrinan anualmente al denominado "Studio Tour" para disfrutar de los espectaculares decorados originales que se confeccionaron para las películas del joven mago, entre ellos el inmenso comedor del castillo o el célebre callejón Diagon; para subirse a uno de los vagones rojos del mítico Expreso de Hogwarts, una vieja máquina de vapor británica fabricada hace casi 80 años, o para recibir una clase acelerada de vuelo en escoba o sobre cómo lanzar los conjuros más adecuados con las varitas mágicas que se venden, como churros, en la bien surtida tienda de recuerdos del complejo. Todo se incluye en un ameno recorrido que ocupa unas tres horas y en el que, además de por las cuidadas reproducciones del universo "harrypottiano", el aficionado al cine también disfruta con un montón de curiosidades relativas al vestuario, los efectos especiales o la creación de atrezzo para superproducciones de estas características.

La amplia gama de conexiones aéreas entre el aeropuerto de Santiago del Monte y Londres, con vuelo diario de bajo coste y tres compañías operando en el corredor, convierten al parque de Harry Potter en una magnífica opción para una escapada familiar desde Asturias. Eso sí, antes de viajar conviene tener muy en cuenta que las entradas se compran por internet y siempre con la máxima antelación posible, ya que el lleno diario está casi asegurado. Los tickets cuestan 39 euros para los adultos y 31 euros para niños y chicos de entre cinco y 15 años de edad. La oferta gastronómica dentro del recinto es muy limitada, pero, por lo menos, sirve para quitar el gusanillo o para que los pequeños merienden algo.

Una buena alternativa para aquellos que no estén muy familiarizados con Londres es contratar en origen un paquete que incluya tanto las entradas al parque como el traslado desde el centro de la capital británica hasta Leavesden. Los autobuses tardan una hora, aproximadamente, de la estación de Victoria hasta los estudios de la Warner. Se trata de vehículos de dos pisos, como no podía ser de otra manera en la capital inglesa, y están decorados con motivos de Harry Potter. En el viaje de vuelta hay una parada alternativa antes de llegar a Victoria en Baker Street, justo al lado del célebre número 221-B en el que Arthur Conan Doyle fijó la residencia de Sherlock Holmes. Un museo recuerda sus aventuras y célebres investigaciones detectivescas.

La visita al "universo Potter" comienza, tras la proyección de un vídeo, ante la mismísima puerta de Howgarts. Es la entrada al paraíso para los más fervientes seguidores del mago Harry, entre los que queda claro que no solo hay niños. El comedor del castillo está cuidado hasta el último detalle y tal parece que en cualquier momento van a aparecer alumnos y profesores para disfrutar de un banquete. Luego, la visita continua por la sala común de Gryffindor, los dormitorios, el aula de pociones, el autobús noctámbulo , el despacho de Dumbledore, la motocicleta voladora de Sirius Black, el callejón o el puente cubierto. En resumen, un recorrido mágico que justifica una escapada en familia a Londres.

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