Los vigilantes de la playa fue una serie muy popular en los años 90 , aunque no por su calidad precisamente. Su gancho se reducía casi exclusivamente al tirón de unos cuerpos espectaculares que, con la excusa de unas tramas simplonas, permitía a ellos y ellas lucir con generosidad músculos cincelados en el gimnasio, con especial dedicación a los de las chicas, atrapadas por la cámara con una cámara lenta que se convirtió en marca de la casa. David Hasselhoff logró revitalizar su carrera, alicaída tras El coche fantástico, y por las arenas de Santa Mónica pasaron rostros como Carmen Electra, Traci Bingham, Donna D'Errico, Nicole Eggert o Gena Lee Nolin.

La historia no es que sea precisamente compleja Mitch Buchannon es un eficiente y veterano socorrista chapado a la antigua al que le colocan a la fuerza al díscolo Matt Brody, un arrogante ex nadador olímpico en horas bajas que no respeta normas ni galones. Son como el agua y el aceite, pero una inesperada complicación les obliga a trabajar en equipo para salvar la bahía de una peligrosa trama criminal.

La adaptación cinematográfica de Los vigilantes de la playa está dirigida por Seth Gordon ( "Cómo acabar con tu jefe"), lo que explica que el humor de la historia sea bastante menos "blanco" que el que aparecía en la tele. Dwayne Johnson ("Fast & Furious 8", "Un espía y medio") hereda el personaje de Hasselhoff llevándolo a su terreno más violento, acompañado por Zac Efron, que se curró de lo lindo sus pectorales, y las bellezas Priyanka Chopra, Kelly Rohrbach (sustituta de Anderson como CJ Parker y ex novia de Leonardo DiCaprio) y Alexandra Daddario ("True Detective"). También tiene breves apariciones Hasselhoff y Anderson. La crítica norteamericana se ha ensañado con la película, algo que a su estrella principal se tomó bastante mal, llegando a escribir en Twitter: "Los fans aman la película. La crítica la odia. Qué desconexión más alucinante. La gente quiere reírse y pasarlo bien".