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Música y teatro

Chet Baker

Un quinteto de músicos asturianos evoca hoy al legendario trompetista con una sesión en un local de Oviedo

"Era el tiempo delicuescente, algo como chocolate muy fino o pasta de naranja martiniquesa, en que nos emborrachábamos de metáforas y analogías, buscando siempre entrar". "Rayuela", capítulo 8, Julio Cortázar), la cita la recoge Belén Suárez Prieto, "activista absoluta" en diversas iniciativas culturales de Oviedo. Viene a cuento de un nuevo empeño por mantener viva la actividad musical (en este caso) con propuestas tan alternativas como clásicas.

Y "El tiempo delicuescente" es un nuevo género de promotor de sesiones, tan original como pedagógico, que lo será para algunos, ya que empieza evocando, que no homenajeando, al gran Chet Baker. De hecho esta primera sesión que presenta Belén Suárez Prieto lleva el epígrafe de "Conozco a Chet Baker", que es una buena forma de dar aire entre las actuales generaciones al gran trompetista "cool". Además esta sesión coincide con la entrada del verano, estación que acerca a uno sin querer a perlas como "Summertime", de la que Baker también tiene una deslumbrante versión. Comenta la organizadora que con esta marca su pretensión es producir "uno o dos conciertos al año". Bien, pues Chet Baker será revisado esta noche (21.00 horas) en la sala La Salvaje de Oviedo con un quinteto de músicos muy respetados, y bregados, en la escena asturiana. Ellos son: Aitor Herrero (trompeta), Jorge Viejo (voz), Jacobo de Miguel (piano), Javier San Marcos (contrabajo) y Manu Molina (batería), con la colaboración en la producción del concierto de la galería musical Arévalo. Así pues, está servida está visión de Chet Baker desde la escena asturiana.

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