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Con pan de leña, en bocata o en plato

Con pan de leña, en bocata o en plato

Entre los más afamados de Avilés están los del bar Theo, en pleno casco histórico. Los habituales beneficiarios son funcionarios del cercano ayuntamiento, jubilados y gente de paso bien asesorada: huevos poco batidos, cebolla blanca y achatada, patata blanca y frita en aceite de oliva y en freidora para que no pringue. 34 centímetros de diámetro y tres dedos de grosor; pan de leña, en plato y con tenedor; acabado jugoso y un cuajada "al punto".

En la Vinoteca Araya de Langreo sirven una tortilla gorda, de hasta cuatro dedos y bien hecha. En Candás (Carreño) vecinos y turistas no se resisten a desayunar en la cafetería Kalume, cerca de la céntrica plaza de La Baragaña: la tortilla preside la vitrina central, de la que salen pinchos "con el huevo bien hecho y de gran sabor". A los que les guste con cebolla (pero también para "engañar" a los que no, porque no se nota) pueden deleitarse en el Café Vicente, en Villaviciosa: una fama que dura 26 años, cada tortilla tarda en hacerse 45 minutos y se acompaña con pan del propio obrador.

A la estación de autobuses de Ribadesella hay que irse para probar uno de los pinchos más afamados de la redonda: los turistas llegan ya con el aviso de que hay que probar su tortilla, de la que hasta reciben en cargos. En Casa Juanito y El Sebas también presumen de receta con fama.

Los amantes de la buena tortilla en Llanes están de enhorabuena, pues acaba de reabrirse, en la calle Mayor, El Pinín. Los entendidos dicen que allí se comen unos pinchos de gran calidad, en base a una tortilla fina y poco hecha, muy elaborada y jugosa. El Latino y la cafetería Xana también tienen tirón para los que la prefieran gruesa.

En Pola de Siero, la de Bodega de Máximo o la de la sidrería La Terraza no suelen decepcionar. Pero donde verdaderamente triunfa la tortilla de patata es en las cafeterías. Y hay una que en los últimos tiempos está cobrando fama por sus pinchos y mucha gente la encarga para llevar: el Biloba. Allí se hace una tortilla más bien gruesa, jugosa y con la patata muy pochada, y casi siempre está recién hecha. También la cafetería Trébol tiene fama, de un estilo parecido.

Mucha solera tiene el pincho de la cafetería Ramsés, en Infiesto (Piloña): lo recomienda todo el mundo, la tortilla está poco cuajada, "se deshace en la boca". Los que la prefieran bien hecha pueden ir al bar Casa Pipi de Cangas de Onís, donde además de la tradicional (con cebolla), la hay rellena de jamón york, tomate y queso para chuparse los dedos. Fama tiene también en la capital canguesa por su sabor y su gran tamaño los pinchos del restaurante La Jira. En Arriondas (Parres) el "templo de la tortilla" está en el café-bar Neycar, que la deja en su punto, ni muy hecha ni muy pasada y a veces innova añadiendo ingredientes como chorizo.

Hasta cuatro locales compiten en Pravia por la fama de la mejor tortilla: El Cuervo, gruesa y bien cocida; La Praviana, algo más tierna que la anterior en cuanto a la cocción, pero también de buenas dimensiones; los jóvenes optan por la del bar Green, en bocadillo y compacta; y la de El Teatrillo, gorda y tendente a desmigarse, de la que un pincho arregla una comida.

El pincho del café Exprés de Grado es apreciado por los moscones por ser uno de las más jugosos de la villa. Tampoco deja indiferente a nadie, sobre todo en los domingos de mercado, las tortillas del café Plaza y la vinoteca Acebos. La primera bien cocida y gruesa; la segunda, más tierna y fina con unas patatas que están friendo en la sartén durante casi dos horas. Una que destaca, la de El Manantial, que incluye bacalao, una de las cenas preferidas de muchos en fin de semana.

En Cudillero se habla de la tortilla de Casa Fernando II, en El Rellayo, punto habitual de parada para desayunarla o tomarla a media mañana. Si se pasa por Luarca (Valdés) no hay que perderse la del Villuir, la de patata, pero también tiene fama la paisana (con verduras). La Luciana, en Salas, es recomendada sin dudas en la villa por su textura y buena mano en la cocina de los dueños.

En Navia es conocida y reconocida la tortilla que elaboran en la cafetería La Bolera. Es un auténtico imán a la hora del pincho, ya que posee una textura y un sabor que le han conferido, para muchos, el título a "la mejor" de la zona: el toque líquido en su interior es lo que la hace especial, según los entendidos.

Al pie del Corredor del Narcea, en el pueblo tinetense de Soto de la Barca, el restaurante La Casera ofrece un pincho muy recomendado por todo el que lo prueba: tortilla gorda, pero jugosa, con sabor a cebolla sin que ésta se encuentre en boca y con un punto dorado que la hace apetecible. Llegando a Cangas del Narcea, las mejores tortillas de patata pueden encontrarse en La Ruta, en la cafetería Cadillac y en El Moreno, todas ellas bien hechas y jugosas.

En el territorio más occidental de Asturias hay varios locales con recomendación de los clientes: muchos aseguran que el bar España de La Caridad sirve el mejor pincho de tortilla de la zona, aunque otro lugar de referencia es Casa Rego, de Valdepares. En Tapia, el más afamado es el de La Marina, aunque también tienen adeptos los de El Puerto y La Posada de San Blas. En Castropol es buena opción el restaurante Peñamar, mientras que en Vegadeo sobresalen La Flor y la cafetería Express. Completando el recorrido por Oscos-Eo no puede faltar la mención a las rellenas de la Sidrería Solleiro de Taramundi. Y un toque exótico: la tortilla al ron que sirven Casa Rodil de As Poceiras (Santa Eulalia de Oscos) . Pero esto es ya para el postre.

Con información de F. L. JIMÉNEZ, R. GARCÍA, T. CASCUDO, A. M. SERRANO, G. GARCÍA, D. ÁLVAREZ, S. ARIAS, M. N. MORO, P. MARTÍNEZ, C. CORTE, E. G. CEA e I. GARCÍA.

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