Tres mil funciones de "El Florido Pensil", un ensayo que no se para de editar desde primeros de los noventa y hasta una película. Todo eso es lo que hay detrás de "El Florido Pensil. Niñas", la obra -basada en un trabajo memorialístico del profesor Andrés Sopeña- que se representa esta noche (21.30 horas) en el auditorio del Niemeyer, que por un rato se convertirá en un aula del sistema educativo nacionalcatólico.

El espectáculo que protagonizan Loli Astoreka, Gurutze Beitia, Teresa Calo, Gemma Martínez e Itziar Lazkano es una reescritura de uno de los éxitos teatrales más clamorosos de la últimas décadas, una producción con mil caras que salió de "Tantakka Teatroa", una empresa pequeña, independiente y alejada de los círculos más palpitantes de las artes escénicas patrias. Todo bajo la responsabilidad de Fernando Bernués y Mireia Gabilondo -los directores- y Kike Díaz de Rada, el autor de la dramaturgia, es decir, el primero que vio una obra de teatro en un estudio que analizaba la educación durante los primeros años del franquismo, con José Antonio y el caudillo colgado de las paredes.

La obra que se representa esta noche se ha recorrido todo el País Vasco y se ha llevado aplausos y sonrisas. El espectáculo sigue las directrices presentadas en la primera función (cinco adultas que recuerdan las clases de Hogar o de Formación del Espíritu Nacional). Está en cartelera desde febrero del pasado años y sigue cosechando carcajadas allá por donde se monta. "No hay nada de añoranza, ni tampoco de melancolía. Lo que nos dicen los mayores que ven la función es que bastante bien salieron pese a lo que les enseñaron", apuntó Bernués a LA NUEVA ESPAÑA. "El Florido Pensil. Niñas" es la segunda función programada este verano poco teatral en Avilés.