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Un camino entre pucheros

Continuadoras de la tradición

Sandra y Vanesa García están al frente del restaurante El Paso, en Buelna, cuya fama de buena cocina se inició con su madre, Carmen González

Carmen González Antón, flanqueada por sus hijas Sandra y Vanesa, en el exterior de El Paso.

Asturias es una tierra hermosa, eso no cabe duda alguna, y aún más en verano, cuando, si el tiempo lo permite, el sol y una temperatura amable invitan a recorrerla con placer y sin prisas, sobre todo cuando toca la hora de comer. Uno de esos concejos donde la Naturaleza ha sido generosa es Llanes y, dentro de dicho municipio, uno de los pueblos con mucho encanto es Buelna, con sus casas indianas y sus balconadas; con sus paredes de piedra y tantas flores, sobre todo hortensias, que decoran sus fachadas y numerosos rincones de esta localidad que enamora al primer golpe de vista. Bien es cierto que el mérito está en sus vecinos, que son quienes se ocupan de su pueblo y lo cuidan cuanto pueden.

A pie de carretera de esta localidad, con su hermosa fachada azul y sus muchas flores está el restaurante El Paso, cuya cocina cobró fama gracias al buen hacer de Carmen González Antón, quien, tras vivir uno años junto a su marido e hijos en Madrid, regresó a Asturias y se puso al frente de El Paso, local que cogió en 1985 y del que mantuvo su nombre. "No quedaba otra cosa que trabajar y sacar esto adelante", afirma ella, quien hace tiempo dejó en las buenas de sus hijas, Sandra y Vanesa, la marcha del negocio. Y vaya si lo consiguió Carmen, que hizo famosa su fabada, la sopa de pescado, el pote, los pescados y ese codillo con esa salsa especial creada por ella.

Hace quince años fue Sandra la que cogió el testigo de su madre en la cocina, siendo una digna sucesora, mientras que la última en llegar para hacer frente a la gerencia y la atención a los clientes en barra y comedor es Vanesa, que le ha dado al local un toque muy personal, con detalles únicos y entrañables y donde también se rinde homenaje a este lugar como antigua tienda-bar que fue en su día.

De lunes a viernes ofrece un menú a 10 euros en el que se ofertan dos primeros, dos segundos y postres a elegir. Llegado el fin de semana, tiene el "plato del día", que suele ser uno de la carta con su acompañamiento, incluidos postre y bebidas, y cuyo precio oscila entre los 12 y los 15 euros.

En su carta y entre los pescados, el rodaballo es el rey, seguido muy de cerca por la lubina, además de otros pescados frescos del día. La fabada también tiene sobrada fama. De hecho, destaca su autora, Sandra, que se sigue haciendo en cocina de carbón. Los calamares en su tinta con arroz, el codillo con la salsa especial de la casa, el cachopo de quesos asturianos, el entrecot de buey, el picadillo con patatas fritas y huevos, y un buen revuelto de oricios están también en su carta. Para los llambiones, avisar que tienen entre diez y quince postres. Los más demandados son el arroz con leche, la tarta de queso con arándanos y los frixuelos rellenos de helado de turrón con garrapiñadas y chocolate caliente.

En fin de semana conviene reservar en el 985411205.

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