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Chevi Muraday: "España es un país culturalmente mutilado y atrasado"

El bailarín mezcla danza e interpretación en la obra "Sensible", que se estrena hoy en Avilés

Chevi Muraday. Mara Villamuza

Baile, música e interpretación se entrelazarán esta tarde en el estreno absoluto de "Sensible", que llevará a las tablas del teatro Palacio Valdés la adaptación de la breve novela epistolar francesa "Veinticuatro horas en la vida de una mujer sensible". La representación, que comenzará a las 20.30 horas, está escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio cuenta con el bailarín y coreógrafo Chevi Muraday y con la actriz Kiti Mánver.

Muraday no encontraba ayer las palabras para definir "de forma justa" la obra. "Es una adaptación magnífica, no me atrevo a dar detalles para no arruinar la sorpresa, pero es una obra muy diferente y poética", explicó. "Sensible", que aúna en el texto del guion varias piezas musicales coreografiadas, se fraguó con la técnica de ensayo y error. "Perdí la cuenta de las versiones que hemos hecho, tanto Juan Carlos como yo, de este trabajo. Modificamos el texto y la coreografía decenas y decenas de veces. Pero hemos llegado a una versión inmejorable", aseguró el bailarín, que también reconoció que su formación como bailarín no amedrenta a su figura como actor. "La palabra ha estado muy ligada al baile desde los inicios de mi carrera. Siempre me han parecido que ambas están muy relacionadas y que ciertas historias se cuentan mejor de esta forma".

Al igual que la novela francesa en la que se basa, "Sensible" cuenta la historia de una aristócrata -interpretada por Mánver- que descubre a Muraday, en el papel de su amante Alfredo, con otra mujer. "Es una historia que explica muy bien el funcionamiento de una relación tóxica. Todos hemos pasado por algo parecido alguna vez. El público empatizará mucho con ambos personajes", aseguró. No obstante, la adaptación dista mucho de la novela francesa, aunque la tome como referencia. "Esta obra es otra cosa. Es algo completamente distinto. Al ser una adaptación con mucha música se lanza un mensaje mucho menos plano y se da mucho pie a la reflexión individual de cada espectador", resumió Muraday.

Sus compañeros son el otro gran punto fuerte de la obra. "Si además de la música y el baile metes a Kiti y a Juan Carlos no te puedes negar a participar en su proyecto, fuese cual fuese", aseguró. De Juan Carlos Rubio destacó su "tenacidad férrea". "Es muy preciso, muy exigente. Sabe lo que quiere y qué hacer para lograrlo y eso me maravilla. Es un director magnífico", alabó. Por su parte, trabajar con alguien de la altura de Kiti Mánver supone para él un "honor" pero "nada de miedo". "Lo que siento por Mánver es un respeto infinito, pero no me da miedo trabajar con ella. Me aterraría que, presentándome la oportunidad de trabajar con estos dos genios, me hubiese echado atrás", explicó.

Original de Madrid, el bailarín comenzó a formarse a los 13 años y formó a los 27 su compañía de baile "Losdedae", que mantiene a día de hoy por "puro instinto de supervivencia". "El problema es que España es un país culturalmente mutilado, tenemos un retraso tremendo respecto a otros países. Es increíble que Madrid no tenga un teatro que programe de forma estable funciones de danza", lamentó. No obstante, aseguró que la danza contemporánea era algo que no podría dejar jamás. "Nunca. No voy a permitir que desaparezca y trabajaré toda mi vida por mantener la danza con vida", sentenció.

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