El otoño es un buen momento para volver a caleyar por las zonas de costa de Asturias, una vez pasado un verano intenso en cuanto a la llegada de viajeros dispuestos a disfrutar de cuanto ofrece el Principado. Ahora, con más calma y tal vez con un paisaje más atractivo para los que buscan relax y gastronomía, una buena opción es desplazarse hasta el concejo de Caravia y repartir el tiempo entre la mar y el campo, porque de todo tiene este rincón, como sucede en tantos lugares de Asturias.
Un buen lugar para detenerse a comer y disfrutar al tiempo del entorno es el restaurante del hotel Caravia, a la vera de la carretera en Caravia Alta y fácilmente identificable por su fachada azul y los blancos marcos de sus ventanas. Cuenta Abelardo Artidiello, cocinero y gerente de este establecimiento, que fueron sus padres quienes allá por 1968 "abrieron aquí, justo donde hoy está la farmacia, un pequeño comedor al que llamaron El Sitio. Primero fue restaurante y con los años se amplió a hotel. Posteriormente se hizo el nuevo edificio donde estamos hoy y nos pusimos al frente cuatro de los seis hermanos. Conmigo y en cocina está Ángel, más especializado en postres, mientras que Carlos y Roberto se encargan de la barra y el comedor", recuerda este hombre que, antes de ser continuador en su propia tierra de un oficio iniciado por sus padres, trabajó en otros lugares de España y con varios cocineros de renombre.
En el restaurante del hotel Caravia hay un menú de lunes a viernes, a un precio de 11 euros que asciende a 13 en fin de semana, con un primer plato, un segundo y un postre. Entre algunos de los platos que se ofertan en él están, por ejemplo, menestra de temporada, rollo de bonito, carrilleras y patatas rellenas de carne. También tienen un menú especial toda la semana a 22 euros, con crema de cigalitas, entrecot de ternera asturiana y postre a elegir.
Su carta es muy variada y atrayente. Así, algunos de los platos con más demanda son sus fabas con andaricas, las setas, alcachofas de Tudela salteadas con jamón ibérico, zamburiñas a la plancha, calamares en su tinta, pulpo a la parrilla, cocochas de bacalao al pil-pil, rey o virrey, bacalao con puerros y hongos, cachopo de ternera y solomillo con setas. "Nosotros tenemos vivero propio de mariscos y además traemos todo el pescado de las rulas de Lastres y Ribadesella", dice.
Las setas también están muy presentes en este restaurante, hasta el punto de llevar veinte años celebrando unas interesantes jornadas gastronómicas dedicadas a los hongos. "Cuentan con mucho seguimiento y hay una enorme variedad de platos. Este año posiblemente empecemos a finales de octubre", señala Abelardo, un auténtico enamorado de la micología. Para reserva o más información hay que llamar al 985 853 014.
