La presidenta de la DOP, Beatriz Pérez, asegura que la reducción de la producción por debajo del 10 por ciento respecto de la vendimia del pasado año se pude considerar que está dentro de los parámetros normales de la Denominación. Además, hace hincapié en que en general fue un año en el que destaca la calidad de la uva. "Sanitariamente la uva estuvo muy bien y no tuvimos grandes problemas fitosanitarios, además al ser una vendimia temprana, la uva llegó a una maduración perfecta", recalca.

Pérez también se muestra satisfecha con la campaña realizada en su bodega, Vidas: "Metimos unos 32.000 kilos de uva, más que el año pasado, que esta vez vino muy bien y maduró mejor". Así, espera que los vinos que salgan de esta cosecha reflejen la calidad de la uva con la que están siendo elaborados. "Esperamos que sea una añada muy buena, el origen es la uva y de un fruto bueno sale un buen vino", subraya.

Antonio Álvarez, más conocido como Antón Chicote, también se muestra contento con la vendimia de este año. Asegura que en su caso ha conseguido librarse de la helada y el granizo, lo que ha significado que haya podido aumentar la producción de años anteriores acercándose a los 15.000 kilos de uva recogidos. Señala que los primeros análisis de sus vinos están revelando que "el vino está equilibrado de todo" y apunta a que la calidad de la uva este año fue excepcional. Así, remarca que "el vino de Cangas ya se puede comparar con cualquier vino de bodegas reconocidas, es diferente y tiene buen beber". De hecho, asevera que como en los cuatro últimos años "el vino nunca se vendió tanto y nos quedamos escasos antes de que salga el nuevo".

La última bodega en incorporarse a la DOP fue Vitheras, que también consiguió sortear las inclemencias meteorológicas de este año y meter en bodega 19.000 kilos de uva para producir su vino blanco, dentro de la DOP, y su rosado, aún en proceso de ser aceptados por la marca de calidad. Carlos Ron, el director de la bodega, coincide en destacar la calidad de la uva y su buen rendimiento y no duda en que el vino que se empezará a consumir en 2018 será sobresaliente. "Hay muy buena aceptación de nuestro vinos, buscamos que sean distinguidos, ofertar algo diferente y lo que destaca son nuestras variedades autóctonas y la elaboración", subraya Ron.

Menos suerte han tenido las otras dos bodegas de la Denominación, que tuvieron importantes pérdidas. En el caso de la bodega Chacón Buelta, sufrieron los efectos tanto de la helada como de la granizada en sus viñedos y el resultado fue que no pudieron recoger uva para meter a bodega.

Monasterio de Corias calcula la pérdida de su producción en 10.000 kilos. Víctor Álvarez, propietario de la bodega, explica que algunos de sus viticultores no pudieron recoger nada en sus viñedos. "Ahora mismo tenemos agotados los vinos jóvenes y blancos y hasta marzo o abril no habrá, eso es mucho tiempo para estar sin vino y el año que viene se va agudizar más el problema", recalca. Una solución para afrontar las pérdidas sería poder contar con más viñedo, pero Álvarez asegura que en estos momentos con la regulación europea para la plantación "nos estamos viendo muy coartados". Añade que si "se tuviera más viñedo se podrían compensar la pérdidas, porque de poco si se pierde algo, se nota mucho".

Desde la DOP se está reclamando la flexibilización de la norma europea para la plantación de viñedo en una zona que está en crecimiento. "En los últimos años se está viendo movimiento, la gente se está animando a plantar y, sin embargo, se ve frenado porque no se aprueban ni la mitad de las autorizaciones que se solicitan", lamenta la presidenta de la Denominación que asegura que junto a la Consejería de Desarrollo Rural están intentando encontrar una solución que permita el crecimiento del viñedo en el ámbito de actuación de la Denominación de Origen Cangas.