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Un camino entre pucheros

Tiempo de pote y picadillo

Lucía Cuesta Sánchez y Efrén García García regentan en Acebedo (Mieres) el mesón L'Acibíu, especializado en cocina asturiana

Efrén García y Lucía Cuesta, en el exterior de su local, con parte del pueblo de Acebedo tras ellos. ANA PAZ PAREDES

Noviembre es el mes perfecto para dejarse tentar por los pucheros. Sobre todo porque ya llegó el frío y es cuando más apetece sentarse a la mesa, con calorín de chimenea a ser posible, para comer esas elaboraciones vigorosas y ricas que, además, traen buenos recuerdos. De eso sabe mucho una joven pareja que decidió que lo suyo era la hostelería, aunque lo que la unía en principio era el baile regional. "Nos conocimos bailando. Él estaba en el grupo 'L'Artusu' y yo en 'Ruxidera'", señala Lucía Cuesta Sánchez. Él es Efrén García García, la otra mitad del alma de este establecimiento, que se llama mesón L'Acibíu y que se encuentra en el pueblo mierense de Acebedo.

El local lo cogieron Lucía y Efrén hace dos años y, tras darle un cambio importante y decorarlo con gusto y calidez, lo han convertido en un lugar de visita obligada para los que gustan de la cocina asturiana de siempre, bien preparada, bien servida y con una terraza que es un lujo con buen tiempo. No es de extrañar el éxito de estos jóvenes emprendedores rurales: él ya trabajaba desde hace años en el sector hostelero; ella, con buena mano para guisar, terminó de formarse estudiando cocina en Moreda.

L'Acibíu tiene un menú los sábados y domingos donde por 13 euros ofrece un entrante, dos primeros, dos segundos y postres. Entre algunos de los platos que van variando están el cabritu guisado, carrilleras de ternera, pote, fabada, garbanzos con callos, ensalada templada de gulas y pulpo, sopa de marisco, lasaña de picadillo y cabrales, pescados a la plancha o albóndigas. En postres destacan los frixuelos rellenos, la tarta de manzana, el arroz con leche o la tarta de queso.

En su carta hay también preparaciones muy apetecibles como los tortos variados, croquetas caseras en cuatro variedades, oreja, chipirones a la plancha, revuelto de champiñones, cebolla y cabrales, pollo al ajillo, cazuelas de jabalí o de cabritu, o cachopo. Entre los platos que hacen por encargo, uno de los que tienen más impacto y seguidores es el "platáu de la güela", que lleva un kilo de picadillo, patatas fritas, cuatro huevos y cuatro tortos. También por encargo se sirve una tabla de buey a la piedra o morros de cerdo con tomate.

No es fácil localizar este local. Sus dueños señalan que lo mejor es ir en dirección al cementerio de Mieres y una vez allí, tras dejar a la izquierda una gasolinera cerrada, se ve una carreterina que sube y que indica La Matiná y La Llonga. No está el nombre de Acebedo, pero es por ahí por donde hay que subir. Se trata de una carreterina estrecha, con curvas pero bien asfaltada y con cierto tráfico en fin de semana. Hay que seguir siempre recto, sin desviarse jamás, hasta llegar hasta donde hay una casa amarilla blasonada. Unos metros más arriba está el bar. En fin de semana mejor reservar en el 985462655. Cierra el lunes por descanso.

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