"Los personajes", dijo, "son ridículos o no depende de como se lean", abriendo un abanico en el que caben desde Carles Puigdemont, a Juana de Arco, de la que aún hoy, dice Martín Cuenca, "no sabemos si es una heroína o una demente". Una filosofía que el creador de "La flaqueza del bolchevique" resume con un viejo dicho: "Ten cuidado con lo que deseas".