George Clooney vuelve a ponerse tras las cámaras con "Suburbicon", una sátira ácida y de humor negro sobre el racismo en los suburbios de las ciudades del noreste de Estados Unidos en la década de los años 50. Al frente del reparto, Matt Damon, Julianne Moore y Oscar Issac. El guión es obra nada más y nada menos que de los hermanos Coen, inspirado en un incidente real que se produjo en un suburbio del noreste de Estados Unidos en 1957. Los hermanos iban a dirigir la cinta, y ofrecieron a Clooney un papel secundario que con el cambio de planos pasó a encarnar el guatemalteco Oscar Isaac, un actor "de mucho peso", según el director, y que inyectó una gran energía en la escena más rotunda de la película.

Clooney presentó en el pasado festival de Venecia su trabajo, en el que la crítica ve ciertas similitudes con "Fargo". Allí, Damon bromeó para explicar su fecunda relación con Clooney: "He hecho 7 u 8 películas con George y la clave está en que cuando te pide hacer algo, debes hacer lo contrario. Así siempre sabes exactamente lo que hacer y todo sale genial".

La historia iba a transcurrir en los años ochenta pero que se trasladó a los cincuenta para dejar claro que el problema del racismo no ha desaparecido. La película muestra a una loca familia en medio de la historia, para acentuar el contraste con la atención que causa la mudanza de una familia afroamericana a un idílico vecindario que parece sacado de un anuncio y donde todo el vecindario es de raza blanca. Damon encarna a Gardner, el padre de la familia y un marido perfecto casado con Rose. La pareja vive en una coqueta casa con su hijo Nick y la hermana de la mujer, Maggie, con el detalle curioso de que a las dos hermanas las interpreta Julianne Moore. A la casa de al lado se muda una pareja afroamericana, con un hijo de la misma edad de Nick, lo que causa toda una revolución. Una tragedia sacudirá ese mundo. Moore parece encantada de haber interpretado a dos personajes muy diferentes entre sí siendo gemelas: "Rose tiene la vida perfecta que quiere Maggie y entonces surgen las complicaciones de la comedia y la parte de hacer de mala fue muy interesante. Además, George encontró el tono perfecto para la historia".