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Pescados navideños: el gran subidón

El besugo, el rape y la langosta llegan hasta a duplicar su precio

Pescados navideños: el gran subidón

A poco más de una semana para la cena más importantes del año en España, la de Nochebuena, los mercados del país son un hervidero para preparar lo que se servirá a la mesa. Un ajetreo que crece cada día y que ya empezó hace tiempo, pues los más previsores comenzaron a comprar ya el producto a finales de noviembre: eligen tranquilamente el género, congelan y se ahorran unos cuantos euros.

Si no ha sido así, los que opten por pescado ya no tendrán más remedio que rascarse el bolsillo, sobre todo si dejan las compras para última hora. Los precios de las especies estrella de la Navidad, como el besugo, rodaballo o rape, crecen a diario, por no hablar de los del marisco, que en algunos casos como la langosta puede llegar a más que duplicarse: si el kilo en el mercado del Fontán (Oviedo) cotizaba ayer a 120 euros, dentro de una semana puede rondar tranquilamente los 300. Más asequible está el bogavante -sobre 50 euros por kilo-, pero también subirá, o los percebes: 36,5 euros. El pescado de horno llevará el mismo ritmo: un besugo se podía comprar ayer a casi 55 euros/kilo, dentro de una semana costará sin despeinarse 70, un precio que duplicará el que tenía a principios de mes. El rape o pixín ronda ahora los 20-22 euros, a dos días de Nochebuena que nadie se asuste si le piden por una buena pieza 60 euros.

Algo menos se dispararán los precios de la carne: la de lechazo y cabrito son las más demandadas tradicionalmente y su coste puede subir unos pocos euros. En El Fontán el kilo de lechazo castellano rondaba ayer los 14,5 euros; el de cabrito, los 13,9, cuando el resto del año suele estar a 12 euros.

Para completar los menús no hay que olvidarse de las verduras, indispensables en la guarnición, y del postre. En el caso de las primeras, por eso de que es Navidad, ganan enteros las de colores y formas llamativos: la lombarda roja, la escarola, los tomates azules o la coliflor morada se abren paso en los platos, si bien Asturias no es tierra que piense mucho en verde en estas fiestas. Las nabizas, muy del gusto en Galicia, comienzan por cierto a colarse en la mesa.

El dulce en el postre de Navidad no se discute en España: el turrón. Pero la fruta ha comenzado a abrirse hueco. Las tropicales (piña, pitahaya, mango...) son una opción al alza. De las elecciones de toda la vida: las peras al vino.

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