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Tedencias

Rebajas para el futuro

Los descuentos son el momento ideal para "fichar" piezas que se usarán en primavera

Las rebajas de invierno comienzan el domingo de manera oficial, aunque muchos establecimientos ya han adelantado los descuentos. Este esperado momento del año sirve para completar el armario de invierno, pero también para poner el punto de mira en esas prendas y complementos que estarán de actualidad en los próximos meses.

Sin duda, es un excelente momento para comprar un abrigo, una de las prendas más caras de las colecciones. Este año se llevan los de corte clásico y estilo masculino, en color camel o azul marino. Merece la pena escoger uno de buena calidad, ya que está llamado a permanecer bastante tiempo en el vestidor.

Entre las propuestas de pura moda no puede faltar un vestido de terciopelo, largo o corto, y la consabida cazadora bomber con bordados, que en un clima como el asturiano se utiliza prácticamente todo el año. Las faldas plisadas y las de tul resultan ideales para lograr ese look chic que tanto se lleva de nuevo. También es una oportunidad de oro para renovar pantalones y jerseys. Un buen pitillo negro o verde caqui siempre será una opción rentable. Un suéter color vainilla, gris o azul marino nunca sobre en el armario.

Entre los caprichos de la temporada destacan las botas altas tipo mosquetero, que van genial con vestidos largos o pantalones, en el caso de las atrevidas. Los botines de terciopelo o ante son ya todo un clásico que puede comprarse en rebajas. Unas manoletinas con bordados o lazos serán de gran utilidad cuando llegue de nuevo el sol de la primavera.

Además, la ocasión resulta ideal para adquirir un buen bolso rojo (el color de moda) o llevarse a casa esa joya que ahora presenta un precio más asequible.

Si las marcas de moda barata tiran la casa por la ventana en este mes, tampoco lo hacen nada mal las firmas más caras, que ofrecen los restos de colecciones a unos precios más que apetecibles. Un vestido de fiesta, unos guantes o un sombrero entran dentro de una lista en la que debe predominar la razón, aunque el corazón siempre acabe por inmiscuirse.

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