Alfredo Fernández Baragaño es un hombre polifacético aunque, de los oficios que ejerció, con el que más se identifica es el de chigrero. Le gusta que así le definan porque lo tiene a orgullo y así se siente: "Chigrero o chigreru, como más te guste, a mí dame igual", matiza él. En Oviedo, donde durante años estuvo al frente del Bodegón de Lesmes, un local de los de antes, auténtico y tradicional, dejó una clientela fiel que a buen seguro ahora se alegrará de conocer su nueva aventura hostelera.
Y es que acaba de reabrir en Villanueva, capital de Santo Adriano y en plena Senda del Oso, el bar restaurante El Patio de Lesmes, un nombre que se repite otra vez en esta nueva andadura profesional y con el que rinde homenaje a su abuelo, junto al que pasó buena parte de su infancia. "Pasé muchos años con él en Cuadros, en León. Era un hombre con mucha templanza y del que aprendí mucho. De crío siempre quería estar con él. Es un orgullo que el local lleve de nuevo su nombre", afirma.
Su mujer, Ángeles Suárez, es el otro 50 por ciento imprescindible de este lugar que, de inmediato, y por la calidez y el cariño con que está decorado, atrapa a quien se detiene a tomar un vino, una sidra o a comer. Su buena mano para la cocina y el disfrutar ante los fogones dan como resultado unos platos tradicionales y sinceros que recuerdan a la comida de casa, donde de nuevo sobre la mesa se pone el porrón de vino y donde el buen ambiente invita a disfrutar más tiempo de la sobremesa.
Tienen un menú de lunes a viernes a 9,5 euros, mientras que en fin de semana, por ser más especial, es a 14 euros. Entre sus especialidades están la fabada, el pote y las parrilladas de carne. Éstas por semana se hacen por encargo, mientras que no es necesario en fin de semana. En su carta también tienen embutidos de la casa, su ensalada especial y platos como las setas con jamón y pimientos; lomo, el plato de pueblo, callos caseros; picadillo o jamón con patatas y huevos, y conservas de pescado de primera calidad. La repostería es una las grandes aficiones de Ángeles. Entre sus especialidades están los frixuelos, la tarta mimosa y la tarta "El capricho de Ángeles".
Viejos periódicos y revistas visten este local además de muchas fotos de montaña, lámparas mineras, viejos baúles llenos de recuerdos y una mesa de carpintero con todos los utensilios. Tiene una terraza estupenda llegado el buen tiempo y además una tienda con antigüedades, sobre todo del mundo rural, donde también tiene a la venta productos de primera necesidad.
Fuera de los horarios de comidas, El Patio también será un espacio cultural y de ocio. "Aquí podrán venir a proyectar diapositivas de montaña; dar charlas, conferencias, exposiciones o conciertos. Y por supuesto no faltará la música de los 60 y 70", dice él. En fin de semana se aconseja reservar en el 627586966. Tiene aparcamiento.
