Pocas presentaciones necesita el popular valle del Jerte, en Cáceres, ejemplo en toda España de cómo rentabilizar uno de los espectáculos más bonitos de la naturaleza por este época: la floración del cerezo. Ahí están otras comarcas que han copiado el modelo para atraer turistas con el gancho de la flor del almendro (ya fue hace algo más de un mes) o, sin ir más lejos, Asturias, con la del manzano, todo un éxito en los últimos años y que va a más en los concejos de la llamada Comarca de la Sidra (Villaviciosa, Nava, Bimenes, Colunga, Sariego).
En el Jerte no descuidan su modelo y cada año incorporan actividades con gran atractivo para ir y repetir. Gastronomía, folclore, deporte y cultura tienen hueco en un programa donde la estrella son las visitas guiadas por los campos de cerezos que, si todo va bien, este próximo fin de semana alcanzarán la plena floración -los frutales de las zonas bajas y más cálidas como Valdastillas, Rebollar y Nava concejo- y en las próximos quince días estallará al completo finalizando en las plantaciones de mayor altitud: los últimos mantos blancos se pueden apreciar en el puerto de Tornavacas, entrada al valle por el Norte, a casi 1.300 metros de altitud. Precisamente en este pueblo se concentra este fin de semana la actividad: hay un mercado de alimentación, una ruta guiada por el pueblo, una exposición de trajes tradicionales y una verbena. Para adentrarse entre los cerezos, mañana parte una ruta desde Nava concejo, y el domingo, desde Tornavacas. Mañana, además, es el último día de las rutas en autobuses gratuitos por todo el valle para contemplar los frutales: son cuatro trayectos que recorren toda la zona, comienzan a las 11 horas y pasan por todos los pueblos (once en total).
La llamada Fiesta del Cerezo en Flor -declarada de interés turístico nacional- sigue todo el mes con otras propuestas (talleres, exposiciones, jornadas gastronómicas,...) con las que animar una escapada al Jerte en la que no se debe olvidar el rico patrimonio arquitectónico (Cabezuela del Valle está declarado conjunto histórico artístico) y, si hay tiempo, visitar la vecina comarca de la Vera o la bonita ciudad de Plasencia. Pero la cosa no acaba aquí: de mayo a julio llega "La cerecera" que es la recolección de las cerezas a la que uno se puede apuntar. Entre todas las variedades, la reina es la picota, originaria del Jerte. Para identificarla es fácil: sin rabito, rojo oscuro y con un potente sabor.
