Del horror del terrorismo y las torturas del yihadismo a la belleza y el misterio de las profundidades marinas. "Inmersión", el último filme de Wim Wenders ("Paris, Texas"), protagonizado por Alicia Vikander y James McAvoy, es un viaje de extremos que narra una historia de amor imposible entre dos jóvenes unidos por el destino, pero separados por la realidad.
James More (McAvoy), un ingeniero hidráulico que trabaja para la inteligencia británica conoce en la costa francesa a Danielle 'Danny' Flinders (Vikander), una biomatemática que trata de demostrar su teoría sobre el origen de la vida investigando las profundidades de los océanos. Rápidamente surge el amor entre ambos. Un año después, distanciados por sus respectivos trabajos, More es tomado en Somalia como rehén de un grupo terrorista, mientras que Danny se encuentra en un submarino viajando a lo más profundo del océano, sin saber si el joven del que está enamorada seguirá vivo.
En el filme se mezcla "la investigación sobre el inicio de la vida en la Tierra y la muerte que acompaña al ISIS", de modo que "era evidente" el lado filosófico, subraya su director. Wender destaca lo fácil que ha sido trabajar con dos intérpretes de renombre. "Siempre es una ventaja tener buenos actores, y no solo buenos personajes y en este caso es un placer ver cómo se comunican con la cámara y cómo van más allá de lo que se les pide".
