Wes Anderson estrena Isla de perros, un filme fiel a su estilo imaginativo y original, que supone el regreso del director al cine de animación casi una década después de su Fantástico Sr. Fox. La cinta, rodada con la técnica “stop-motion”, se sitúa en un futuro cercano en Japón donde la superpoblación de perros ha obligado a las autoridades a exiliar a estos animales a una isla solitaria, que es en realidad un vertedero, para impedir que se extienda una extraña gripe por el país. Esta situación llevará a un niño de 12 años a emprender un viaje para encontrar a su mascota extraviada.
“Hemos llevado el ‘stop-motion’ al límite, no sólo en las criaturas, sino también en cuanto a la cantidad de escenarios y decorados diferentes. Gracias a ‘Fantástico Sr. Fox’ aprendimos mucho sobre esta técnica y a trabajar de forma más eficiente. Esa experiencia previa nos permitió hacer más con lo mismo e ir un paso más allá”, reconoce el director de El Gran Hotel Budapest.
Anderson confiesa que “ésta es su película más política” y que no está dirigida para un público infantil. “Queríamos hablar de un gobierno criminal y para buscar inspiración buceamos en la Historia, pero el mundo cambiaba a medida que escribíamos y la película se fue haciendo cada vez más política”, declara.
Actores conocidos y habituales en la filmografía del cineasta, como Bill Murray, Edward Norton, Jeff Goldblum, Harvey Keitel, Scarlett Johansson, Bryan Cranston, Tilda Swinton y Frances McDormand, prestan su voz a los protagonistas de una película que le ha valido a Wes Anderson el “Oso de Plata” a mejor dirección en la última edición de la Berlinale.
