La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Los músicos hacemos el mundo más habitable"

"Los músicos hacemos el mundo más habitable"

- Vamos a la música. Toda la gira con entradas agotadas, también en Oviedo, ¿se lo esperaba?

-Soy ajeno a lo que se va produciendo. Mi forma de trabajar es meter la cabeza entre los hombros y tirar para adelante. Nunca hago jugadas de ajedrez. Me dedico a hacer canciones y conciertos y en cada uno me dejo la piel y pongo toda la ilusión. Luego hay factores laterales y colaterales. No me esperaba nada, he hecho el disco con mucha ilusión y salgo a la carretera con muchas ganas.

- ¿Y cómo se lo ha tomado?

-Estoy tranquilo y contento. Los años te enseñan muchísimas cosas, eres capaz de asimilar hasta el triunfo, entendido como aceptación del disco y los conciertos. Lo importante es la humildad y la profesionalidad, no fingir y adaptarse a lo que hay.

- No es sencillo.

-Si llega una alegría, la disfruto, y si llega un momento de sufrimiento, me adapto a lo que hay. Soy de los que disfrutan tomando una cerveza con los amigos o paseando solo por una playa recogiendo piedras.

- ¿Y disfruta más durante el proceso de composición en solitario o en los conciertos?

-Me encantan las dos cosas. Es como si me pregunta qué color le gusta, me gustan todos. Me gusta la vida, la sensación intensa de disfrutar y pensar que todos los días tengo la suerte de disfrutar y de vivir. El estudio me permite la soledad, pero me encanta estar de gira, viajar, moverme, encontrarme con viejos amigos. El rato del concierto es como detener el tiempo, es un viaje mágico, volver a ser niño.

- ¿Qué nos cuenta en este disco?

-Un poco más de vida, no de la mía, pero sí de la que observo y contemplo, de lo que me rodea. Son mis pequeñas reflexiones, mi filosofía de bolsillo y alguna pequeña queja porque hay cosas muy urgentes.

- ¿Por ejemplo?

-Vivir un poco cada día, no malvivir. No estar angustiado. Si eres del PP estás angustiado porque te echan y si eres del PSOE porque quieres otro puesto. Lo importante es llevar una vida apacible, ser amable, ayudar en la medida de lo posible. Arreglar el mundo es urgente. Sacar a flote las verdades y apartar a los cínicos y a los falsos.

- La música ayuda a vivir menos angustiado.

-Cuando damos un concierto yo no voy a un trabajo, voy a una fiesta; lo ideal sería que todo el mundo fuese al trabajo como quien va a una fiesta. Hay que ir con dignidad a las cosas. Volviendo a la política, si tienes un puesto de servidor público tiene que gustarte y tienes que atender a la necesidad del pueblo, a lo que la gente necesita. Atender sólo a los que ya tienen de todo es muy feo.

- Son muchos años en los escenarios, ha escrito muchos himnos del pop español, ¿es una carga?

-El primer disco con "Los Rápidos" fue en el 1981, pero ya llevaba diez años con grupos y con orquestas. Son alrededor de 40 años. Lo de los himnos no es una carga, es un bagaje magnífico, una suerte, yo no he hecho nada para merecer esto, pasaba por aquí. Tengo la suerte de tener la música.

- Y la pintura.

-La música siempre me hace compañía, me da ánimos, es un soplo de vitalidad. Yo sigo escuchando canciones antiguas y me siguen gustando. Para pintar tengo mi pequeño catálogo de discos, me pongo a Hendrix, Janis Joplin, "Pink Floyd". Puedo estar horas pintando y escuchando música. Me gusta todo, es una suerte poder elegir entre miles de artistas y grupos. Me gusta mucho Wilco, pero también "Los Módulos", "Los Brincos", "Triana". Sigo escuchando a "Triana" desde un concierto surrealista que vi en La Felguera o en Sama. Estaba en la mili y me las arreglé para ir. Fui feliz pese a una guitarra desafinada, a que tocaron sin bajo y con un equipo horrible. La música es un regalo de los dioses en este valle de lágrimas. Los músicos no podemos arreglar el mundo pero lo hacemos más habitable.

Compartir el artículo

stats