Ibiza marca la moda estival desde 1971, año en el que se lanzó la primera colección de moda Adlib (ropa cómoda, amplia, de tejidos ligeros y naturales). Desde entonces los diseños de la isla pitiusa han recorrido un largo camino hasta hacerse un hueco en la industria internacional. Ibiza actúa como fuente de inspiración de una marca que nació de la vestimenta tradicional de la isla y se fusiona con tejidos y estilos en todo el mundo.
Este verano la moda ibicenca está más de actualidad que nunca. El eterno blanco, los linos y algodones se esparcen por las pasarelas y llegarán incluso a la de Milán, donde la moda de Ibiza tendrá presencia.
Cayetana Guillén Cuervo, madrina de honor de la moda Adlib, fue este año la encargada de presentar los desfiles de los 16 diseñadores que mostraron sus propuestas. Piluca Bayarri, Virginia Vlad y Elisa Pomar figuran entre los diseñadores que subieron sus modelos a la pasarela ubicada al lado del mar. La historia de la moda Adlib está ligada a la vestimenta tradicional ibicenca. Así, los sombreros de paja, las zapatillas de esparto y los mantones de las mujeres presentes en la indumentaria de las islas son parte de su inspiración.
La I Semana de la Moda de Ibiza nació en 1971 con la llegada a las pitiusas del movimiento hippie. El estilo autóctono enamoró a los recién llegados. La multiculturalidad de la isla, cuajada de artistas y de visitantes de todo el mundo, se fusionó con la moda autóctona y los trajes tradicionales ibicencos que se hicieron más ligeros.
El término "Adlib" fue acuñado por José Colomar, vicepresidente en aquellos años de Fomento del Turismo de Ibiza, ente que, junto con la Cámara de Comercio, apoyó y consolidó una marca que nacía amparada en la expresión latina "ad libitum", que significa "a placer". La princesa yugoslava Smilja Mihailovitch tuvo un papel fundamental como embajadora de este nuevo estilo. Mihailovitch encontró en Ibiza a una mujer libre, de belleza natural, fresca y auténtica que inspiró a diseñadores naturales de Ibiza y de otros rincones de Europa para crear piezas ligeras, de color blanco puro, bordadas artesanalmente y con suficiente movimiento para resaltar el cuerpo de la mujer.
