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Un camino entre pucheros

Rollo de bonito en Ortiguera

Jesús Manuel González está al frente del café-bar El Faro en el hermoso puerto coañés, con carta de tapeo y raciones variadas

Rollo de bonito en Ortiguera ANA PAZ PAREDES

Quien visita una vez Ortiguera ya no lo olvida jamás. El pueblo cuenta con el puerto marinero considerado el más pequeño del Occidente, un lugar lleno de encanto y con mucha historia. Historia de la marinería y también la de la emigración, pues algunas de sus casas de estilo indiano recuerdan a los que partieron, buscando mejor suerte y fortuna, hace ya muchos años al otro lado del mar. Arriba, junto al faro viejo y al nuevo, las vistas del Cantábrico y toda la rasa costera desde el Cabo San Agustín seducen de inmediato a cuantos se acercan hasta allí. Recuerdo y memoria de los marineros fallecidos y/o desaparecidos en el mar es el monumento que, en varias lajas, recuerda sus nombres.

En ese paseo por este puerto con tanta historia y encanto bueno es detenerse a la hora de comer ante un edificio que antaño albergó la escuela local, ahora reconvertido en un amable café-bar de nombre El Faro, al frente del cual se encuentra Jesús Manuel González Suárez. Él mismo recuerda haber asistido allí, de niño, a las clases con la maestra doña Emilia.

"Desde los años noventa trabajé en la hostelería. Yo aprendí a cocinar viendo a mi padre que fue cocinero en un barco mercante", recuerda mientras atiende a los primeros clientes en la barra de su local y sirve alguna que otra de sus especialidades a quienes ya esperan en el comedor, un espacio sencillo donde las fotografías de Ortiguera, hechas por diversos autores, protagonizan buena parte de sus paredes.

El Faro cuenta con una amplia carta de tapeo, raciones, platos combinados, ensaladas y hamburguesas. En estos días vuelve a estar presente entre sus especialidades, y dadas las fechas, el rollo de bonito, sin que falten los calamares en su tinta con arroz blanco, el pulpo a feira, las croquetas, los callos ni el picadillo. Recuerda Jesús Manuel que algunas carnes y los asados se preparan en el horno de leña de la panadería del pueblo. Entre los jóvenes triunfan sus hamburguesas, algunas muy originales, sobremanera la que lleva bonito.

Para los que prefieren el plato combinado de toda la vida hay para elegir: desde el de patatas fritas, huevos y chorizo a lengua con patatas, pechuga de pollo a la plancha con guarnición de verduras, o escalopines de solomillo con compota de manzana y cabrales.

Originalidad en sus sándwiches, donde junto a los tradicionales tiene también uno de calabacín con queso tierno, sin olvidar el de escalopines de solomillo con pimientos asados o el de pollo al cabrales. También hay originalidad y variedad en sus bocadillos como el de tortilla de picadillo. En cuanto a ensaladas, hay cinco variedades donde elegir. En fin de semana conviene reservar en el 628205812.

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