La reforma que hoy les mostramos, dirigida por el Estudio LF91 Project Manager de Miquel Bauza en una vivienda de la sinuosa calle mallorquina de Sant Feliu, está situada en el entresuelo de un edificio catalogado. La obra y su interiorismo son una magnífica muestra de que con la sensibilidad necesaria y la cultura cosmopolita puesta al servicio de la estética se pueden conseguir resultados óptimos en modernidad partiendo de un pasado que nos regala elementos arquitectónicos que engrandecen la calidad de estas viviendas rescatadas y protegidas, quizás para siempre.

Para los propietarios de esta casa, el capitán de un famoso barco de recreo y una diseñadora de interiores muy prestigiosa que lo utilizan como refugio, era muy importante restaurar los elementos existentes y llevar a cabo una intervención mínima para no robar el alma de estas paredes con historia que convierten su espacio vital en algo más que un apartamento en el centro histórico. Así se decidió conservar la distribución original y no se movió la tabiqueria. Hubo un gran trabajo en la recuperación de las vigas y techos de madera. Xisco Fuster, de DColor Pintures, llevo a cabo los trabajos de restauración de toda la madera interior.

El artesonado del salón estaba tapado con yeso y fue recuperado a base de chorros de arena para llegar a la madera original que fue después tratada con aceites. La entrada de la casa, alargada, da a un amplio salón comedor y a un largo pasillo que actúa a modo de distribuidor mientras nos conduce hacia la parte posterior de la vivienda que se va estrechando paulatinamente.

La cocina sirvió para añadir al ambiente un toque de modernidad en la zona fundamental de la vida doméstica, fue proyectada por Bulthaup-Nicolau, en la serie B1, con cocina de color blanco sin tiradores, cantos en inglete, encimera y barra de desayunos en Silestone Moka de cuatro centímetros. Se instalaron dos hornos compactos y estantes decorativos que ayudan a definir los volúmenes.

Los muebles de madera del salón y los bancos del patio interior, convertido en oasis de luz y de paz de estilo oriental que tan bien casa con la cultura mallorquina, fueron diseñados por la propiedad y realizados por Guillem Salas de Fusteria Can Deia. Para los dos baños, uno en suite, alicatados en piedra natural con griferia y porcelánicos de Zuccetti y Duravit, se utilizaron piezas de diseño contemporáneo y alta calidad de Aqua Aquae. Una elección perfecta para un apartamento perfecto en pleno centro de Palma, reformado y vivido con sublime elegancia. A su servicio.

Las principales estancias de esta acogedora vivienda:

1. Un oasis en plena ciudad. Es el patio interior en el que queda patente su inspiración oriental.

2. Los baños, alicatados en piedra natural.

3. La cocina es la zona de la casa con elementos más modernos, proyectada por Bulthaup-Nicolau.

4. El artesonado del salón fue recuperado. Los muebles, diseñados por los propietarios y hechos realidad en Fusteria Can Deià.