La primera indicación de la propiedad de la vivienda en relación al proyecto de reforma global de diseño de interior realizado por el estudio de María Ángeles Fernández, fue la de eliminar la escalera del ático con el fin de convertir en pisable el suelo de la terraza, para lo que se hizo necesario construir un forjado. De este modo, y partiendo de dotar al estudio de una total libertad creativa, se ha tratado de proporcionar usabilidad a cada una de la cuatro plantas de la vivienda, de tal modo que el primer piso y el ático fueran de uso privado, mientras que la planta baja y el garaje tuviera un uso social.

Esta opción, presentada por el estudio, fue aceptada con agrado por parte de la propiedad. Por tanto, el proyecto de interiorismo de esta vivienda unifamiliar está orientado a crear espacios confortables y útiles (con incidencia difusa de la luz natural) para el desarrollo de las actividades requeridas en cada uno de los espacios, en contraposición con los espacios pequeños y escasamente funcionales con los que se topó el estudio valenciano.

La vivienda, ubicada en la nueva zona adyacente al Palacio de Congresos diseñado por Norman Foster, fue construida en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria y adolecía de una construcción con un estándar de calidad uniforme, un inconveniente extensible a la elección de algunos materiales, también en de los materiales. Esta circunstancia provocó la investigación de nuevos materiales de última tecnología. Los baños, por ejemplo, se alicataron con material porcelánico de tres metros de alto por un metro de ancho, proporcionando, por la baja cantidad de juntas, una sensación de continuidad.

Por su parte, en el vestíbulo se utilizó un gresite de cristal y metal con el que se construyó el rodapié, así como el marco de entrada al salón. En el ático se empleó una piedra natural sedimentada para forrar la pared central. También es destacable el diseño de una amplia zona de vestidor comunicada con el dormitorio a partir de elementos vistos sustentados por barras, así como la dualidad de material empleada en los suelos: mientras en las zonas privadas se ha empleado roble natural, en los espacios comunes se prefirió el mármol.

En el mobiliario destaca una gran estantería ubicada en la zona del ático, compuesta por un elemento bajo lacado en negro (diseñada ex profeso por María Ángeles Fernández) sobre los estantes compuestos por finísimas varillas de metal. Los sofás son de piel, mientras que las mesas y el resto del mobiliario responden a criterios de diseño contemporáneo.

En cuanto a la iluminación, se ha proyectado luz difusa (utilizando lámparas de leds) en líneas generales, con apoyos concretos en luz directa dependiendo del uso.