La casa de la familia del arquitecto Antonio García-Ruiz Puigserver es una colección de espacios para la contemplación, un auténtico almacén de conocimientos vitales y arquitectónicos en constante transformación.

Espacios para disfrutar observando la vida que transcurre en el jardín, la belleza del arte que coloniza sus espacios, poco a poco, los guiñosa una vida cosmopolita y transgresora que se intuyen en esta vivienda, en esta casa que en realidad está hecha de rincones maravillosos.

Una casa de espacios de transición, o mejor dicho, o también, una casa en transición constante donde en las penumbras uno encuentra la esencialidad. También en sus silencios, marcados por el color, o por la brisa que corre en sus exteriores, cargados de recuerdos.

Curiosamente, seguramente debido a la evolución los espacios complementarios y casi sin uso, los espacios casi residuales son hoy los rincones preferidos de la familia. Lugares para aislarse, perderse, desaparecer. Hay quien dice que el lujo está en aquello que no sirve para nada, otros opinan que el lujo está en lo que no se ve pero existe.

Aquí el gran lujo es el orden interno que pierde importancia, la obsesión por la función desaparece y los espacios sin uso son nuestros preferidos... como si fuesen excepciones. Espacios excepcionales. El uso diario de la vivienda transforma el espacio, así detalles mínimos son los verdaderamente decisivos...

La luz de los rayos de sol hacen elegir los nuevos espacios y sus usos, así que es la naturaleza la que manda. En un recorrido rápido por la casa y sus estancias encontramos ya en el acceso la escultura de letras da la bienvenida, tapices de color advierten que marcan los olivos, el romero, las sombras y el claroscuro.

En el primer módulo encontramos el patio de la cocina con pérgolas cubiertas de hiedra y buganvillas que provocan una fusión total y regalan reflejos únicos. La vista del interior cocina hacia el jardín proporciona amplitud visual y cromática, con correderas amplias y fácil transición con la naturaleza.

Llama la atención, poderosamente el jardín vertical, creado con la misma planta pero en distintas tonalidades que muestran unas composiciones geométricas enfatizando la horizontalidad y vidrio blanco como elemento de la composición.

Vidrio y cultura

La silla ´thinking man´ de Jasper Morison no pasa inadvertida. En los espacios polivalentes y articuladores de las circulaciones principales de la casa encontramos mesas de madera de roble maciza natural... Vidrios negros, muros correderos que zonifican las estancias. Ahí el libro de Annie Leitbovitz, Sumun Artil de MarcNewson se encargan de dar al visitante una información clara, directa. Al fondo un cuadro de Jordi Alcaraz. Se puede apreciaren el pavimento un vidrio donde se ubicaba el antiguo brocal de la cisterna original de la casa primitiva... actualmente es la sala de meditación.

En otro espacio de transición destinado a la escultura anillo lámpara de Pep Llambias el futbolín de RS Barcelona de chapa metálica blanca encontramos otro resumen del concepto que hadado nueva vida a este hogar en constante evolución.