Si a finales del siglo XIX el japonismo recorrió Occidente influyendo en todas las artes, hoy se ha instalado de lleno en el mundo del diseño. Son muchas las técnicas niponas antiguas que se interpretan en clave contemporánea. Como el shou sugi ban (ciprés quemado), originalmente para prevenir el riesgo de incendios y ahora aplicado a revestimientos interiores, exteriores o mobiliario. O el arte del kintsugi, consistente en reparar piezas de cerámica fracturadas con resina recubierta de oro, lo que tras la restauración aumenta el valor. El cerezo en flor, sakura, uno de los símbolos de Japón o los dibujos tradicionales de líneas orgánicas, inspiran estampados en tejidos y otros complementos...

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