El poliéster es una fibra sintética muy utilizada en la industria textil. Se mezcla con lana, algodón y otras fibras naturales para fabricar prendas duraderas porque es muy resistente. Gracias a su versatilidad, el poliéster se utiliza en la confección de ropa de invierno y deportiva y en acolchados para proteger del frío. Es ligero, transpirable y repelente al agua. Para lavar el poliéster y el algodón, compruebe las etiquetas de sus prendas, puede descubrir información importante. Cuando la gente habla de poliéster, piensa en ropa vintage que ya no está de moda, pero es uno de los materiales más utilizados. Es uno de los materiales más utilizados. Podemos encontrarlo incluso en ropa de diseño por la que pagamos un buen dinero. Una de las grandes ventajas es que no es difícil de lavar, pero hay que conocer los trucos.

Comprobar antes del lavado

El poliéster fue creado para ser lavado a mano o en la lavadora y secado en la secadora o al aire libre sin ninguna diferencia. La dificultad puede surgir del tejido con el que se combina. El algodón, la seda o el rayón son especialmente delicados, por lo que hay que tener cuidado si no se quiere estropear la prenda. El poliéster es sintético y el calor puede penetrar en los colores y dañar el tejido. Por lo tanto, es mejor elegir un lavado con agua fría, o un lavado a temperatura media, pero evitar el lavado de prendas de diferentes colores que podrían desteñir y ensuciar. Utilice un detergente suave, o mejor aún uno orgánico, para que el tejido no pueda ser atacado por productos químicos agresivos. Si lavamos poliéster y algodón blanco, debemos hacerlo a mano y poner la prenda en remojo durante unas horas. En la lavadora, añada siempre suavizante. El poliéster crea electricidad estática, que nos produce pequeñas descargas; con el suavizante podemos minimizarlas.

Para lavar el poliéster y el algodón a mano o en la lavadora y respetar los símbolos de las etiquetas, he aquí algunos consejos y temperaturas ideales

Cuando utilice la secadora, evite las altas temperaturas. Esto no es por miedo a dañar las prendas, sino para preservar la calidad a lo largo del tiempo. Aunque sean materiales resistentes, es necesario tratar los tejidos con cuidado si queremos que duren. También se pueden colgar al aire libre para que se sequen. Gracias a la elasticidad del material no se formarán arrugas. Sobre todo si hemos puesto un programa antiarrugas que enfríe el tejido antes de hilar, no deberíamos tener ningún problema. Después de varios lavados, todos los tejidos tienden a desteñirse. Los colores pierden su brillo y la prenda envejece. Por lo tanto, debemos recordar utilizar un agente blanqueador a base de oxígeno si queremos retrasar este proceso. Los blanqueadores de base química contienen cloro y eliminan el revestimiento de poliéster. Por eso los tejidos se aclaran. Un blanqueo totalmente natural podría hacer que la prenda viviera más tiempo y proteger el medio ambiente.