Oviedo, Marta PÉREZ

Blas Herrero Rosa Vanesa Herrero Vallina Empezó repartiendo leche y hoy es uno de los hombres más ricos de España. , de 58 años, casó el sábado en la catedral de Oviedo, por todo lo alto, a su hija mayor, , directora de marketing de Kiss FM. La misma emisora de las cuatrocientas canciones -no tiene más y sólo le queda repetirse- por la que su padre cobró en septiembre 208 millones de euros de Onda Cero, en concepto de indemnización.

Miguel Palacio Ignacio Moreno Carlos Osoro padre Ángel La novia, que vestía un diseño de , no defraudó. Vanesa Herrero entró muy nerviosa en la Catedral. Su mano derecha, la que sostenía el ramo de rosas blancas, no paró de temblar hasta después del «sí, quiero» a , un altísimo -como ella- madrileño que trabaja en el departamento de marketing de la Sexta. Los casó el arzobispo de Oviedo, , acompañado del .

En el hotel Reconquista esperaba a los invitados un cóctel de bienvenida a base de croquetas y gambas. También hubo teatro. Por el suelo se deslizaban actores disfrazados de personajes de la mitología asturiana, un guiño de la novia a su tierra. Mientras, en la segunda planta del hotel un grupo de bailarinas deleitaba a los invitados con armoniosos contoneos.

Para la hora de la cena, los cuarenta grados de temperatura que había acumulado la carpa que la empresa madrileña Atípica instaló en el Patio de la Reina ya se habían disipado. Toda una suerte. Los invitados se distribuyeron en cuarenta y dos mesas. Cada una de ellas, bautizada con el nombre de una película. Los novios ocuparon «Casablanca». La decoración, minimalista, jugaba con los colores del vestido de la novia, blanco y gris plata. La iluminación, tenue, con velas. En cuanto al menú, además de pitu de caleya, se sirvió de entrante una ensalada de bugre. De postre, ellas tomaron chocolate con mousse de mandarina y ellos una mousse doble de chocolate.

En los momentos destacados del convite -por ejemplo, cuando la novia entregó el ramo de flores a una amiga- siempre sonaba la canción de una película. Remataba la escena un foco de luz apuntando a los protagonistas. Muy espectacular. De cine.

Elena Cue Alberto Cortina Fernando Masaveu Isidoro Álvarez Con , la mujer del empresario , no se encendieron los focos. No hizo falta. Ella deslumbraba por sí misma, con un vestido en tonos violeta, sencillo, y rematado con una flor en el escote. Cue, campeona de España de tiro al pichón, fue una de las que más gustaron de todas las invitadas. Pero los ovetenses se perdieron el modelo porque la pareja no estuvo en la Catedral. En el gremio de los empresarios, destacó también la presencia de y el presidente de El Corte Inglés, , entre otros.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra José María Benegas Luis Martínez Noval José Luis Corcuera Juan Luis Rodríguez-Vigil Antonio Trevín Miguel García-Vigón Capítulo aparte merecen los políticos, con una amplísima representación en el enlace. Del lado socialista, agrupados en la misma mesa, asistieron el ex presidente de Extremadura ; el ex secretario de organización del partido ; el que fuera ministro de Trabajo ; el ex ministro del Interior , y el ex presidente del Principado . El delegado del Gobierno, , que estaba en la boda de , se acercó a saludar a última hora.

Álvarez-Cascos María Porto) Enrique Fernández-Miranda Mercedes Fernández Gabino de Lorenzo Rita Mari Álvarez Isidro Fernández Rozada También se dieron cita notables populares, pero ellos no compartieron mesa: los ex ministros (acompañado de su pareja, y ; la ex delegada del Gobierno ; el alcalde de Oviedo, ,con su esposa, , y el diputado, entre otros.

José María García José Luis Balbín conde de Latores María Teresa Álvarez Alberto Aza Para nadie pasó inadvertido que el regidor ovetense y Álvarez-Cascos se evitaran durante toda la jornada. Lo mismo que el ex ministro y su paisano valdesano y antaño amigo el periodista .Otro periodista que asistió al enlace fue . La mujer del , , también es periodista. El actual jefe de la Casa Real, , también estuvo en la boda, con su mujer.

Paco el Pocero En el otro lado, el de las ausencias, se hizo notar una por encima de todas, la de , el polémico promotor de la urbanización de Seseña. No se sabe si el intento de secuestro de su hijo, el viernes, tuvo algo que ver.

La cena se prolongó hasta la una y media de la madrugada. Los invitados se trasladaron entonces al salón Covadonga. Allí un disc-jockey se ocupó de la animación nocturna. No sin que antes las azafatas -porque contrataron diez azafatas para la boda- repartieran los puros. En las paredes, unas pantallas gigantes reproducían momentos de la fiesta. A la pista se lanzaron los jóvenes y las mujeres. El resto, de tertulia, a arreglar el mundo, a chismorrear y, cómo no, a evitarse.