La conflictiva actriz Lindsay Lohan, de 25 años, parece haber encarrilado su vida en 2012, un año en el que podría dejar atrás sus problemas con la justicia y dar un impulso a su carrera si firma para encarnar a Liz Taylor en la pantalla. En una vista celebrada en Los Ángeles, la juez Stephanie Sautner se mostró complacida con los progresos de Lohan en el cumplimiento de su sentencia por reiteradas violaciones de los términos de su libertad condicional. El pasado mes de noviembre la actriz fue condenada a 30 días de cárcel y a trabajar doce días al mes en el depósito de cadáveres y asistir a cuatro sesiones mensuales de terapia psicológica, si bien su estancia en prisión se limitó a 5 horas debido al hacinamiento en las penitenciarías californianas.