El príncipe Johan Friso de Holanda está ingresado en estado crítico en un hospital de Innsbruck (Austria) tras quedar atrapado por un alud de nieve cuando esquiaba en la estación austríaca de Lech. La situación del príncipe, de 43 años, «es estable pero no aún no está fuera de peligro» y los médicos no podrán precisar «el pronóstico» sobre su estado de salud hasta pasados «unos días», según anunció la casa real.

Acompañado de su madre, la reina Beatriz, y de su esposa, Mabel Wisse Smit, el príncipe está ingresado en la planta de cuidados intensivos del Hospital Clínico de Innsbruck, con gran experiencia en casos de víctimas de avalanchas. Friso de Holanda estuvo 20 minutos bajo la nieve y, tras ser rescatado, tuvo que ser reanimado por los servicios de rescate.

El príncipe estaba esquiando fuera de las pistas con una persona, que fue la que dio la alarma tras quedar enterrado. A pesar de que en la zona había una alarma de aludes de grado 4 sobre una escala de 5, el príncipe un experimentado esquiador que conoce la zona desde su juventud, estaba esquiando fuera de las pistas.

La avalancha, de 30 metros de ancho, se desprendió a las 12.15 hora local en la región de Litzen en dirección a Zugetobel. «En la acción de búsqueda iniciada de inmediato esa persona pudo ser rescatada rápidamente gracias al aparato de búsqueda de sepultados», y fue atendida de inmediato por los médicos en un helicóptero, antes de ser trasladado a un hospital, según el comunicado del municipio de Lech. El príncipe llevaba consigo un timbre de alarma para casos de avalanchas, lo que facilitó su localización, según indicaron fuentes policiales austríacas.