Berenice Bejo, protagonista de «The artist» escogió a Elie Saab para su vestido de transparencias en las mangas, amplísimo escote en V e incrustaciones de paillettes en tono verde menta. Variante de este mismo color, el clorofila, fue por lo que optó Viola Davis, con un fantástico diseño de Vera Wang con aplicaciones de joya en escote y falda plisada con volante asimétrico.

Glenn Close derrochó elegancia con un traje en verde botella con escote corazón a juego con una chaqueta tipo esmoquin.

Las Chicas de Oro fueron encarnadas por Meryl Streep y Stacy Keibler. La ganadora del «Oscar» a la mejor actriz llevó un vestido drapeado con gran escote de Lanvin encarnando al típico bomboncito de Ferrero Rocher, mientras la novia de George Clooney prefirió emular a la estatuilla dorada con un Marchesa con gran detalle de rosetón en la cintura. Deslumbrantes ambas. Entre las menos acertadas se encuentran Jessica Chastain con un Alexander McQueen de escote corazón negro con bordados de oro y Cameron Diaz, con un Gucci palabra de honor en color hueso y volantes por la falda.

La presencia de Charlene de Mónaco no pasó desapercibida, pero sí su look compuesto por un vestido con escote de gasa y falda plisada en blanco roto. Octavia Spencer, ganadora del «Oscar» a la mejor actriz de reparto por su interpretación en «Criadas y señoras», llegó con un vestido joya de color hueso, manga corta, cuello ovalado y enteramente drapeado.

Penélope Cruz eligió un traje azul grisáceo de Giorgio Armani de seda, con plisados, drapeados y escote barco y una amplia falda a base de tul en un estilo muy princesita que nada tenía que ver con la tónica de la noche: cortes sirena y siluetas marcadas.

La cantante Jennifer Lopez se enfundó en un ajustadísimo diseño de rayas que mezclaban el color blanco y las transparencias, firmado por Zuhair Murad. Hombros al aire y vertiginoso escote, con ligeramente acampanadas y gran cola completaban el look. Tras la instantánea en la que el escote de la cantante parecía haberse desplazado, una de las preguntas que se hacía todo el mundo fue: ¿un desliz o estaba preparado? El estilista que ayudó a JLo a prepararse ha salido en defensa del vestido y asegura que era una mera ilusión y que la fantasía de los asistentes fue la que hizo que se convirtiera en uno de los momentos de la noche.

Mariel Haenn, el encargado de ayudar a la artista a enfundarse en el vestido, expone en un comunicado: «El vestido le encajaba al milímetro» y asegura que, «mientras que el diseño hizo la ilusión de una leve desviación, fueron las bromas de todos las que hicieron que todos hubieran deseado llegar a ver algo».

Como manda la tradición, el Sunset Tower Hotel albergó la fiesta de «Vanity Fair», con más riesgo, colorido y mucha espalda al aire. Victoria Beckham y Miley Cyrus prefirieron poner de manifiesto el neutral gris.