Guerrera y medieval pero también espiritual con el modisto Damir Doma, instalada en el futuro con Guy Laroche o protegida de todo contratiempo con Felipe Oliveira Baptista, la mujer del otoño-invierno 2012-2013 conquistó ayer unas pasarelas en las que ha brillado con inusitado vigor la imagen de Hermès. Poco antes de que Mugler cerrase la segunda jornada de colecciones «prêt-à-porter» de París con su desfile-espectáculo, la histórica firma familiar no tuvo siquiera que subir al podium -lo hará el domingo- para atraer al planeta moda a su cuartel general, donde ha presentado una colección de joyería y cuatro increíbles bolsos.