La leyenda del «Titanic» sigue a flote. El 15 de abril se cumplirán cien años del hundimiento del buque, y las noticias relacionadas con él se suceden a toda máquina. Subastas, museos, actos y un reestreno que se prevé triunfal, el de la película de James Cameron que arrasó hace quince años, que ahora vuelve en 3D.

La historia de amor prohibido de sus protagonistas y la espectacular recreación del célebre accidente marítimo convirtieron «Titanic» en 1997 en la película más taquillera de todos los tiempos. Su director, de actualidad estos días por su descenso a la fosa de las Marianas, el punto más profundo del océano, ha querido ahora resucitar en tres dimensiones la película ganadora de once «Oscar» protagonizada por Kate Winslet y Leonardo Di Caprio. El reestreno reunió esta semana en el impresionante auditorio Royal Albert Hall de Londres, con capacidad para 8.000 personas, a la mayor parte del equipo, a excepción de Di Caprio, que se encuentra en pleno rodaje de un nuevo proyecto.

Winslet reconoció entre risas que le resulta «extraño» verse en tres dimensiones, especialmente en las escenas en que aparece desnuda. «Aunque siempre fue bonita y maravillosa, en 3D es incluso más épica de lo que era», explicó la actriz , que considera «una gran idea» que toda una generación más joven pueda ver en cine la película que la consagró.

El director, que calificó de «surrealista» pasar en tan poco tiempo de las profundidades a una alfombra roja, reveló que desde que hizo unas pruebas en 2005 estaba convencido de que la película tenía que ser adaptada a tres dimensiones, aunque tenía que esperar al momento adecuado.

Sin embargo, este estreno puede decepcionar, ya que no llega al nivel de sofisticación de las películas rodadas originalmente en ese formato. Aun así, el esfuerzo técnico es impresionante y la de «Titanic» se trata de la mayor conversión hecha hasta hora con la manipulación de 295.000 fotogramas, un trabajo de 60 semanas que ha costado 13,5 millones de euros y en el que han estado implicadas 300 personas.

El estreno coincide con otros actos de conmemoración, como el estreno de una serie en la televisión británica de cuatro episodios y la inauguración de un parque temático en Belfast (Irlanda del Norte), donde se construyó la embarcación. Además, diversas subastas devuelven el lustre a miles de objetos del barco. Hoy, en Bath (el Reino Unido) se subastará, entre otras rarezas, un sello postal estampado el 10 de abril de 1912. La hoja fue recuperada del cadáver de Oscar Woody tras el naufragio. Woody era uno de los responsables del correo a bordo del transatlántico que celebraba su 44.º cumpleaños la noche del 14 de abril. También se subastará un juego de llaves que acompaña a un placa de latón en la que se puede leer «encargado de las lámparas y jefe de almacén». Samuel Hemming era el encargado de las lámparas del «Titanic».

El millonario y fundador de Amazon, Jeff Bezos, anunció que ha encontrado en el fondo del océano Atlántico los motores del cohete de la misión «Apollo 11», que puso al primer hombre en la Luna, y que intentará recuperarlos. Bezos anunció desde su página que su equipo ha conseguido detectar con imágenes de sónar los motores «F-1» que propulsaron el cohete de la misión que llevó a Neil Armstrong y Buzz Aldrin a la Luna en 1969 y que, como parte de la primera fase del proyectil, cayeron al océano. «Estoy emocionado al poder anunciar que, utilizando nuestro propio sistema de sónar, nuestro equipo ha encontrado los motores del "Apollo 11" a 14.000 pies (algo más de cuatro kilómetros) bajo la superficie, y estamos haciendo planes para sacar al menos uno», indicó Bezos.