Los dueños de la chihuahua puertorriqueña «Milly», de poco más de tres meses de edad, buscan que la organización del «Libro Guinness de los Récords» reconozca al animal, de 6,35 centímetros de altura y 170 gramos de peso, como el perro más pequeño del mundo.

La familia que cuida a la frágil perrita reconoce que «Milly» puede crecer todavía, aunque el que desde la tercera semana se mantenga en el mismo tamaño hace pensar que arrebatará el récord al chihuahua «Boo Boo», del estado de Kentucky (EE UU), considerado hasta ahora el can más diminuto del planeta, con 10,16 centímetros de altura.

«En el plazo de tres meses se puede registrar el récord Guinness», apunta convencida Eizzil Rivera en Vega Alta, en la costa norte de Puerto Rico, donde se cuida con especial esmero a «Milly», un diminuto animal que cabe en la mano de una persona.